- Médicos y funcionarios ya habían advertido de las precariedades de los equipos, sin embargo sólo se habían reparado de forma provisoria debido a su alto costo.
Hace exactamente dos años los profesionales de la unidad de Oncología del Hospital Van Buren habían anticipado que los aceleradores lineales ya habían cumplido con su vida útil y comenzarían a fallar, pero nadie los tomó en cuenta. Un año después la empresa proveedora de las máquinas señalaba que no podía seguir realizando mantenciones a los equipos y ni menos asegurar su funcionamiento, porque era una irresponsabilidad. En octubre de 2016, funcionarios de la Fenats y el Consejero Regional, Manuel Millones denunciaban la primera gran falla del acelerador, obligando al Ministerio de Salud a realizar una reparación provisoria. Sin embargo, nueve meses después la máquina ya no resistió más y detuvo su funcionamiento el viernes recién pasado.
Un nuevo desperfecto que deja a 118 pacientes con cáncer sin la posibilidad de recibir radioterapia, tratamiento clave para enfrentar la enfermedad. “La radioterapia se aplica durante 30 días continuos y si tu dejas de recibir el tratamiento se produce un retroceso y por ciento afecta las expectativas de vida de ese paciente. Nos preocupa enormemente como autoridades en esta área y esperamos que el Gobierno Nacional finalmente haga la reposición de estos dos equipos que son absolutamente necesarios y con tecnología de punta. Hoy día esos equipos además de estar en mal estado, están con su vida útil vencida, ni siquiera los proveedores se están haciendo cargo“, manifestó el miembro de la comisión de Salud del Core, Manuel Millones, quien volvió a denunciar la situación que ocurre al interior del Van Buren.
La situación es grave. Mientras los aceleradores lineales sigan detenidos, el Ministerio de Salud deberá derivar a los pacientes al sistema privado, debiendo pagar $900 mil pesos por tratamiento de cada paciente, pero además el traslado no es inmediato, ya se se debe compatibilizar los espacios y tiempos de las clínicas. sumado a que FONASA debe asignar dichos recursos.
La única solución es la compra de nuevos aceleradores lineales que tienen un costo de $4.800 millones de pesos, los cuales no existen en Chile y deben ser importados, pudiendo demorar incluso 6 meses en su llegada. Además los nuevos equipos son menos invasivos y más efectivos para enfrentar el cáncer.
“Pero además hemos expresado nuestra preocupación por la falta de prevención. En la medida que uno haga prevención temprana puede evitar o disminuir los casos de cáncer más mortales y en ese sentido hemos concordado financiar la adquisición de clínicas móviles para control de las mamas, con mamógrafos y también para realizar papanicolau, que son dos cánceres que están muy presentes en mujeres de corta edad”, agregó el Consejero Millones.
Terminó señalando que esta mala noticia llega justo cuando se acaba de confirmar que la V Región lidera las tasas de cáncer en 13 de los 16 tipos de esta enfermedad que existen en el país. Por lo que también pidió urgencia en todo tipo de proyecto que ayude a investigar por qué la gente se está enfermando y muriendo de cáncer cáncer en nuestra región.
Fuente: otapiasalas1979@gmail.com