El 29 de noviembre de este año se cumplen 40 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina (1984), que se logró tras la crisis del canal del Beagle. Un hecho de tal relevancia que significó no solo la paz entre los dos países, sino que también el establecimiento de una serie de medidas de confianza mutua en planos como la integración física, medio ambiente, defensa, entre otras. Sin embargo, resulta llamativo que este aniversario haya sido de tan bajo perfil en instancias superiores, como la reunión en el Vaticano donde solo asistió el canciller Van Klaveren, mientras que la contraparte argentina solo envió a su embajador en la Santa Sede, porque se perdió una buena oportunidad de recordar las razones y los esfuerzos para lograr la paz sin llegar a un enfrentamiento directo hace décadas atrás.
Karen Manzano Iturra, académica de Historia USS