“El estudio advierte una alarmante elevación del mar si es que se mantienen los compromisos medioambientales que hoy existen y no se aumenta la ambición climática de los países. Es un llamado de atención, de los últimos que tenemos, para enfrentar la crisis climática que nos castiga”, advierte Estefanía González, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace.
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Santiago, 25 de septiembre de 2019.- Según el último lanzamiento del informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), los gobiernos deben tomar acciones urgentes para abordar la emergencia climática y proteger los océanos del mundo. El informe, escrito por más de cien científicos climáticos, basado en casi 7 mil documentos, representa la evaluación más completa al día de hoy, donde se expone la gravedad de los impactos climáticos por los que atraviesan los océanos y la criosfera (áreas congeladas de la Tierra).
El aumento del nivel del mar a un metro para el año 2100, la pérdida de hasta el 90% de los arrecifes de coral de las aguas cálidas del planeta y mayor frecuencia de hasta 50 veces las olas de calor marinas a finales de este siglo, son alguna de las consecuencias que remarca el informe. (1)
Según Estefanía González, coordinadora de la campaña de Océanos de Greenpeace en Chile “tanto las acciones climáticas como la resiliencia de nuestros océanos deben ir de la mano.La crisis climática es también una crisis del océano. Los impactos de las emisiones de carbono en los océanos son mayores y más rápidas de lo que estaba previsto. El océano está absorbiendo grandes cantidades de CO2, lo que genera una acidificación de los océanos que pone en riesgo a la vida marina y ecosistemas únicos como los corales. Los gobiernos deben trabajar en medidas concretas que les permitan abandonar los combustibles fósiles y presentar planes nacionales para mantener por debajo de 1,5°C en los próximos años la temperatura, según el compromiso hecho en el Acuerdo de París. Además, éstos deben acordar en las Naciones Unidas un Tratado Oceánico Global fuerte capaz de proteger al menos el 30% de los océanos del mundo a través de una red de santuarios marinos”.
Y agrega: “Como resultado de la pérdida de hielo de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida y el calentamiento de los océanos, el nivel medio global del mar está aumentando, a una tasa sin precedentes en el periodo 2006-2015, y el aumento del nivel del mar desde 1970 se debe principalmente a las emisiones antropogénicas. Para el final del siglo, 1.6 ℃ del calentamiento global promedio podría causar que se espere aproximadamente medio metro de aumento del nivel medio del mar. Con un calentamiento medio de 4.3 ℃ 8 alcanzará aproximadamente 1 m para 2100 y más de 3.5 m para 2300. En este escenario, la importancia de proteger los glaciares es fundamental, en el hielo están atrapadas grandes cantidades de dióxido carbono y si esto se derrite ese carbono se liberará a la atmósfera”.
Asimismo, el IPCC presenta soluciones a través de políticas que ayuden a los gobiernos a mitigar los peores impactos del calentamiento global. Además, resalta los desafíos que enfrentan los océanos ya que sus sistemas de gobernanza cuentan con tantas barreras, sin permitir protección efectiva.
“Este informe es otro llamado de atención para los gobiernos que duermen durante la crisis climática. Necesitamos que haya un compromiso en serio para abordar la emergencia climática de nuestros océanos, los países representados en la ONU deben lograr firmar un Tratado Oceánico Global para proteger nuestros océanos en abril del próximo año” sostuvo González.
Notas:
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Ese aumento del nivel del mar para 2100 podría estar cerca de un metro si el calentamiento global excede los 3°C, que es hacia dónde se dirigen las políticas actuales de los gobiernos del mundo. Esto podría provocar el desplazamiento de millones de personas de las zonas costeras
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A medida que aumentan las temperaturas de la superficie del mar y los océanos se vuelven más ácidos, la vida marina y los ecosistemas oceánicos sufrirán grandes desafíos. Incluso si el calentamiento global se limita al objetivo acordado de 1.5°C, se proyecta que se perderá hasta el 90% de los arrecifes de coral de aguas cálidas.
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El deshielo generalizado del permafrost se proyecta para este siglo. El permafrost ártico y subártico contiene 1460-1600 gigatoneladas de carbono orgánico, equivalente a casi el doble del carbono que hay actualmente en la atmósfera.
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A finales de este siglo, la frecuencia de las olas de calor marinas podría aumentar 50 veces (con aumentos de temperatura de 3-5℃) en comparación con el final del siglo XIX.
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Las emisiones antropogénicas de CO2 causan cambios químicos en los océanos. Es muy probable que los océanos hayan absorbido del 20 al 30% de las emisiones totales de CO2 de las actividades humanas, cambiando el pH del océano superficial muy probablemente más allá de la variabilidad natural en más del 95% de la superficie del océano. Es casi seguro que la acidificación de los océanos continuará y se exacerbará para 2100, elevando los riesgos para las especies que forman plataformas de aragonita en los océanos Polar y subpolar para 2081–2100 bajo un escenario de altas emisiones.
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Se proyecta que los océanos pasarán a condiciones sin precedentes, con aumento de las temperaturas, mayor acidificación y disminución del oxígeno durante el siglo 21.
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A menos que se mejoren las medidas de adaptación, los daños anuales por inundaciones costeras aumentarán en un orden de magnitud de 2 a 3 para fines de siglo en comparación con hoy
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Condiciones climáticas sin precedentes se están desarrollando en el océano. Aumento de la precipitación, viento y eventos extremos del nivel del mar asociados con algunos ciclones tropicales han aumentado debido al cambio climático.
Los aumentos proyectados en la intensidad del ciclón tropical y la precipitación van a exacerbar los niveles extremos del mar y los peligros en zonas costeras.
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Se prevé que los eventos extremos de El Niño ocurran aproximadamente el doble de veces que en el siglo 21
El Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo acaba de anunciar la extensión mínima del hielo marino del Ártico para 2019. Tiene 4,15 millones de kilómetros cuadrados (1,6 millones de millas cuadradas).
Fuente: Greenpeace