Este proyecto pionero en el país se está desarrollando en el Hospital Dr. Sótero del Río para la alimentación del prematuro de muy bajo peso que no tenga suficiente leche de su propia madre durante las primeras semanas de vida. Una iniciativa que contempla al profesional nutricionista como un bastión indispensable para su total éxito.
Múltiples son los beneficios que aporta a los seres humanos la leche materna: contiene los nutrientes necesarios para su desarrollo, favorece el vínculo afectivo madre-hijo, es vital para el crecimiento intelectual del niño, disminuye el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias, y previene del desarrollo de alergias y el síndrome de muerte súbita del lactante, entre otras. Todas estas ventajas se hacen más vitales cuando se trata de un recién nacido prematuro, y para garantizar su alimentación es que el Hospital Dr. Sótero del Río impulsó el 2014 el primer Banco de Leche Materna del país, que empezaría su marcha blanca en abril.
Pero el éxito del proyecto no solo depende de la infraestructura o las donaciones de madres: es fundamental contar con una profesional nutricionista que asegure un adecuado procedimiento de pasteurización de la leche donada y la supervisión de los procesos que impliquen el manejo de la leche materna.
“En el Sótero del Río contamos con el cargo de nutricionista neonatal desde hace un año y medio, con el objetivo de optimizar el crecimiento de los prematuros extremos, donde hay una nutricionista dedicada exclusivamente al seguimiento del desarrollo y crecimiento de los niños prematuros, para realizar un trabajo en conjunto con el médico tratante”, explica Dafne Arenas, Nutricionista Neonatal y Nutricionista Supervisora del Banco de Leche.
El proyecto está dirigido principalmente a bebés prematuros con un peso menor de 1.500 gramos y/o 32 semanas beneficiándolos significativamente, ya que contribuye a reducir las complicaciones intrahospitalarias por falta de leche materna como la enterocolitis necrotizante, sepsis y dependencia de oxígeno, entre otras.
Supervisión que asegure la calidad
El banco de leche funcionará en la Unidad de Neonatología del hospital y cuenta con un área de producción donde se realizaría la recepción de la leche donada, el fraccionamiento y la pasteurización de la leche. “Nuestra formación nos permite ser el profesional idóneo para realizar las funciones que se requieren para el banco de leche, ya que manejamos las normas del reglamento sanitario en cuanto a manipulación de alimentos, higiene del personal y de las áreas de producción, así como también el cálculo de requerimientos nutricionales de los recién nacidos, para evaluar los aportes necesarios para su adecuado crecimiento y desarrollo”, asegura Dafne Arenas.
Las madres donantes podrán hacerlo desde su casa o en el mismo centro asistencial si alguna madre de niño hospitalizado tiene una producción que exceda las necesidades de su hijo. Tanto la donación como la recepción de la leche requieren consentimiento informado y se respetará la decisión de quienes no deseen recibir leche del banco para sus hijos. Al ser voluntario, tampoco se considerará un pago por la donación.
En esta iniciativa también es importante destacar que el aporte de una nutricionista estará en el apoyo a la redacción de la normativa de funcionamiento y supervisión de los procesos de pasteurización, fraccionamiento y trazabilidad de la leche donada.
“Esperamos que una vez implementado el banco se genere una mayor valoración por parte de las madres de los beneficios de la lactancia y posicionarla en un lugar privilegiado, de donde nunca debió salir”, asegura la profesional.
Una visión que comparte el Colegio de Nutricionistas de Chile: “El Banco de Leche Materna es la posibilidad de entrega la mejor leche para todos nuestros niños. Además se abre para los nutricionistas clínicos una buena oportunidad de mostrar sus conocimientos y entrega a favor de la lactancia materna exclusiva”, concluye Samuel Durán, presidente del gremio.
Fuente: Kontakto Comunicaciones.