Es muy común ver a niños actuando como si tuviesen más años que su edad cronológica, su vestimenta, conductas, intereses y en especial la manera de relacionarse con los otros.
Estudios sociopsicológicos, hablan de niños de una nueva Era, con un mundo de información de fácil acceso y con herramientas tecnológicas que los insta a buscar y vivir experiencias de manera apresurada. También lo relacionan con los estilos de crianza, dinámicas familiares y los tipos de relaciones interpersonales.
Pero también, tenemos aquellos niños que presentan conductas regresivas, presentando conductas involutivas, es decir, que corresponde a una edad inferior de desarrollo.
Las conductas regresivas, se encuentran directamente relacionado con necesidades de protección, inseguridad, angustia, sentimientos de abandono y/o sentirse no visibles para sus figuras significativas. Normalmente estas suelen coincidir con algún acontecimiento importante para el niño, tales como:
- Dinámicas familiares. (castigos, estilos de crianza, carencias, tradiciones, etc.)
- Ambiente o el entorno del niño. (discusiones, el trato, estrés, todo lo que lleva al niño a vivir sensaciones de inestabilidad)
- Situaciones adversas o inesperadas (terremotos, accidentes, bullying, enfermedades, pérdidas, pandemia, etc.)
- Llegada de un hermanito o un familiar a vivir en casa. (abuelos, nuevas parejas, hermanastros, etc.)
- Cambios de casa y/o colegios. (entrada al colegio, cambio de ciudad, país, cultura, etc.)
Las conductas regresivas son uno de los motivos de consulta psicológicas más frecuentes, éstas se manifiestan por: descontrol de esfínteres (anal y vesical), chuparse el dedo, volver al chupete o mamadera, pedir ayuda para realizar algo que lograba ejecutar, volver a dormir con los padres, llorar por todo, miedos, dejar de hablar, comer y gatear entre otros.
Cómo se deben abordar estas conductas en casa:
- Entregar un ambiente familiar cálido, seguro y estable.
- Ayudarlos a verbalizar sus emociones.
- Aprender a identificar las señales de sus hijos.
- Mostrarles y recordarles que lo aman inmensamente.
- Evitar los gritos y gestos bruscos.
- Hacer espacios de juegos y actividades en conjunto.
- Evitar frustrarse, angustiarse y dañarse frente a los niños.
- Siempre consultar a un especialista cuando las conductas se mantengan por más de 2 semanas.
Fuente: “comsulting”.