- El accidente cerebrovascular es la segunda causa de muerte en Chile.
- “La preocupación principal sigue siendo que los pacientes no consulten por miedo a contagiarse”, advierte el neurólogo de Sonepsyn Rodrigo Guerrero.
En mayo recién pasado la World Stroke Organization (WSO) preguntó a sus asociados en todo el mundo cuántos ingresos por accidente cerebrovascular (ACV) registraban en el contexto de la pandemia por coronavirus. Entre las más de 100 respuestas recibidas estuvo la de los neurólogos chilenos Rodrigo Guerrero y Pablo Lavados.
“Pidieron saber cuál era la sensación en cada país. En general las consultas en urgencias por accidente cerebrovascular han bajado cerca de un 20% o 25%”, explica el doctor Guerrero, quien es Miembro del Grupo de Trabajo de Neurología Hospitalaria y Cerebrovascular de la Sonepsyn (Sociedad de Neurología, Psiquiatría, y Neurocirugía).
Esta situación es grave, porque el ACV es la segunda causa de muerte en Chile, después de los infartos, y la ventana de tratamiento es muy estrecha para poder evitar secuelas cognitivas y motoras, o la muerte. De hecho, las clínicas y hospitales han habilitado sectores separados y protocolos para la asistencia de emergencias no COVID-19. Cabe mencionar que el ACV tiene cobertura GES (Régimen de Garantías Explícitas en Salud).
Los datos del DEIS (Departamento de Estadísticas e Información) del Ministerio de Salud muestran una caída relevante de consultas por ACV en el sistema público en 2020. Por cada semana del año, aproximadamente los Servicios de Urgencia públicos reciben entre 650 a 800 consultas por ACV. En la semana estadística 22 (correspondiente al 24 al 30 de mayo) fueron ingresados 571 pacientes, 214 menos que a igual semana de 2019.
Las cifras comienzan a bajar entre las semanas 9 y 10 (fines de febrero e inicio de marzo), concordantes con el primer caso de COVID-19 diagnosticado en el país. Preocupados por esta situación, los equipos dedicados al manejo del ACV crearon la campaña #ElACVNoSeQuedaEnCasa, como una forma de instar a la población a consultar.
“Nos preocupa que se están atendiendo menos casos de ACV y muchos secuelados no están yendo a sus controles. La gente no va ni al Cesfam ni a los hospitales por miedo a contagiarse”, comenta Mónica Acevedo, vocera de Reacciona ACV. “Hablé con una persona de la agrupación que estaba con crisis de pánico, y otra me llamó contándome que había un vecino que estaba con todos los síntomas del ACV, pero nadie lo quería llevar al hospital por miedo al contagio”, detalla.
El doctor Guerrero advierte que “la preocupación principal sigue siendo que los pacientes no consulten por miedo a contagiarse, porque han bajado sobre todo los infartos leves a moderados. Existe un tipo de presentación del accidente cerebrovascular que se llama accidente isquémico transitorio: a la persona se le puede caer la cara y el brazo y hablar traposo por 20 minutos y luego se le pasa. Esto ocurre porque la arteria se tapa, pero el coágulo se disuelve, se restaura el flujo de la arteria y el paciente mejora, pero lo ideal es evaluarlo igual lo antes posible. Es el paciente que tiene más oportunidad de prevenir un ACV hecho y derecho. La recomendación es llamar inmediatamenta a una ambulancia o llevar al paciente al hospital de referencia de su área”.
Telemedicina como estrategia de continuidad de la atención en ACV
A principios de año, mientras el coronavirus se expandía por Asia y Europa, un equipo de neurólogos del Hospital Padre Hurtado que atiende pacientes de comunas con altos índices de vulnerabilidad social, comenzó a planificar un sistema de teleconsulta neurológica para ACV, teniendo en cuenta la importancia del seguimiento de los pacientes y previendo que la llegada del virus a Chile impediría realizar los controles habituales en forma presencial. La teleconsulta es apoyada con una página web con información educativa y videos de ejercicios de rehabilitación que complementan además la atención realizada de forma sincrónica por kinesiólogo/a y terapeuta ocupacional.
El neurólogo vascular Víctor Navia explica que hasta el momento han atendido a más de 60 pacientes, con índices de acceso superiores a antes de la pandemia: “No siempre los pacientes tienen internet, pero hay algún familiar, un hermano, sobrino o nieto que tiene internet o minutos de redes sociales y cuando hay voluntad también de las autoridades, de los equipos de salud y los pacientes se logra la coordinación. La adherencia es de más del 95%, los pacientes y sus familias lo agradecen. Además, podemos ver detalles que no podemos ver en consulta, como por ejemplo la disposición de la casa o el apoyo familiar”.
El doctor Navia agrega que “empezamos a armarlo en marzo. El compromiso y la convicción del equipo fue única. Revisamos acabadamente la literatura relacionada con teleconsulta y telerehabilitacion en ACV, nos empapamos del tema con referentes nacionales y extranjeros, hicimos protocolos, flujogramas de atención con apoyo del equipo de salud digital y lo estamos documentando además como estudio de investigación para poder evaluar de buena forma los distintos factores vinculados al proceso clínico y evaluar la continuidad en el tiempo”.
Tres señales pasa salvar vidas
Los ACV son siempre una emergencia. Ocurren cuando se interrumpe el flujo de sangre hacia el cerebro. Sin oxígeno las neuronas comienzan a morir, reduciendo la función cerebral. Existen el ACV Isquémico (85% de los casos, un coágulo o trombo obstruye un vaso sanguíneo del cerebro), el ACV isquémico transitorio y el ACV Hemorrágico (15%, por rotura de una arteria cerebral).
Las tres señales clave son: parálisis en la mitad de la cara, dificultad para hablar y un brazo caído. Llevar de inmediato a la persona a un centro de urgencia puede salvar una vida.
Fuente: BCW – Global