- En una gran fiesta ciudadana, el concurso de cuentos breves más popular del país realizó su premiación y dio a conocer los cuentos finalistas. El primer lugar lo obtuvo la obra “La mujer triste”, escrita por Ana María Moraga, de la comuna de Ñuñoa.
- En la iniciativa, que se enmarcó en los festejos del Día Internacional del Libro, los asistentes tuvieron la posibilidad de ver la dramatización de los cuentos ganadores a cargo de la compañía teatral “La Mona Ilustre” y de utilizar el Parque del Libro Santiago en 100 Palabras durante todo el día para leer y escribir.
ABRIL 2015.- Tras una ardua y extensa evaluación de 44.034 cuentos enviados, este jueves el afamado concurso “Santiago en 100 Palabras”, presentado por Minera Escondida, Metro de Santiago y organizado por la agencia cultural Plagio, premió a los ganadores de la decimocuarta versión del certamen. Los participantes abordaron en sus relatos breves temas relacionados con la vida urbana contemporánea.
El jurado, compuesto por los escritores Alejandra Costamagna, Álvaro Bisama y Alejandro Zambra, deliberó de manera anónima, siendo la mayoría de los cuentos seleccionados de autoras mujeres. El primer lugar, que se adjudicó 2 millones de pesos como premio, quedó en manos de Ana María Moraga con el cuento llamado “La mujer triste”, inspirado en la observación que la autora hace de las personas y en cómo éstas se desenvuelven en la vida diaria, reflejando sus insatisfacciones y las apariencias que muestran ante los demás.
“Es primera vez que mandó cuentos y fue una sorpresa haber ganado. Estoy muy contenta porque el concurso me parece que es muy democrático en el sentido que es para todo los ciudadanos, independiente de la edad o si está vinculado al mundo de la literatura. Leer y escribir es una herramienta fundamental para todo el mundo, que aporta a la imaginación y la creatividad”, cuenta la vencedora de la versión 2015.
En tanto, el segundo puesto fue para Paloma Valenzuela, de Puente Alto, con “Diez horas de felicidad”, quien además ganó el reconocimiento entregado mediante la votación del público. Su relato se inspiró en una época de crisis que vivió y en los sentimientos que le generó haber tenido una pérdida durante un embarazo. “Todo lo que escribí es ficción, aunque también influyó que estuviera en contingencia el tema del aborto terapéutico y las diferentes posturas que hay al respecto. Estoy muy orgullosa de haber estado en el segundo puesto y, además, haber sido la preferida del público. Estoy orgullosa, porque es la primera vez que participo en el concurso”, explica.
El tercer lugar fue para Ignacio Cobo, de Macul, con la obra “La distancia adecuada”, refiriéndose a las relaciones que se dan en la capital y, sobre todo, aquellas de carácter sentimental que se dan a distancia.
En la ocasión, también se reconoció al Talento Infantil, mención en la que se impuso “La calle”, de Francisco León de la comuna de Recoleta, quien a sus 10 años es un fanático de la lectura y de la escritura de lo que ve diariamente. “Nunca había participado y no imaginé que podría ganar cuando hice el cuento. Siempre me ha llamado la atención los libros, así que estoy feliz porque me gusta este concurso donde todos tienen posibilidades de ganar”.
Por su parte, el Talento Joven lo ganó “Ciudadano promedio”, de Daniela Contreras, también de Recoleta; mientras que en el Talento Mayor se impuso “Espejos”, de Dagoberto Espinoza, de La Cisterna, y de 69 años.
En tanto que el Talento Breve fue para “Santa nostalgia”, de Aura Cerón, autora mexicana que llegó hace un año a Chile y vive en la comuna de Maipú. “Cuando llegué, en el Templo Votivo había una virgen de Guadalupe, a la que siempre le iba a rezar, pero un día ya no estaba porque nadie la visitaba. Fue triste cuando me di cuenta de eso, me sentí desamparada y me sirvió de inspiración para escribir”, relata la autora.
Además, otros cinco cuentos recibieron mención honrosa, recibiendo un diploma de reconocimiento y un cuadro con la ilustración de sus obras.
La ceremonia se llevó a cabo en el “Jardín de las Artes” de la Fundación Cultural de Providencia, que para esta ocasión fue transformado en un “Parque del Libro Santiago en 100 palabras”, lleno de textos para leer y de actividades para los asistentes.
En la actividad se presentó la dramatización de los cuentos ganadores a cargo de la compañía “La Mona Ilustre”. Además, se instaló una biblioteca abierta con libros de los 100 mejores cuentos del concurso para todas las personas que asistieron al lugar, a quienes se invitó a escribir y a leer cuentos.
El certamen, en la capital, ahora entrará en un período de planificación para su decimoquinta versión. Sin embargo, antes de ello, la iniciativa buscará que los habitantes de Antofagasta, Iquique, Valparaíso y Concepción desplieguen todo su talento y creatividad para elaborar relatos breves.
Sobre el concurso
“Santiago en 100 Palabras” en sus catorce versiones anteriores, ha convocado a más de 400 mil personas recibiendo 44.034 cuentos en el último año. Debido a su gran éxito, éste se ha implementado en otras ciudades como Iquique, Antofagasta, Valparaíso y Concepción. Desde 2014, también se ha llevado a cabo en Budapest (Hungría) y Puebla (México).
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ANEXO: CUENTOS FINALISTAS SANTIAGO EN 100 PALABRAS XIV
PRIMER LUGAR
Título: La mujer triste
La mujer triste sale con collar de perlas y acidez en el estómago. La mujer triste amenaza con un salto al Mapocho. La mujer triste entra a una peluquería y pide una manicure francesa. La mujer triste pasa el día siendo la mujer triste. La mujer triste recibe a su marido con una sonrisa de muñeca de plástico. La mujer triste se siente una muñeca de plástico. La mujer triste busca una aguja y la encuentra. La mujer triste se la entierra en su cuerpo para ver si revienta, para ver si sucede algo, como la sangre.
Ana María Moraga Silva, 36 años, Ñuñoa
SEGUNDO LUGAR
Título: Diez horas de felicidad
Es casi medianoche y sé que estás con tus amigos celebrando la noticia. Abrirás este correo, cálculo que dentro de diez horas. Perdóname. No puedo. No soy fuerte ni tengo el entusiasmo que tú tienes. Mañana, cuando leas estas palabras, estaré en camino a la clínica. Naty se ofreció a acompañarme; comprenderás que no puedo ir sola. Quiero morir de la pena. Supongo que mañana estaré mejor. La decisión está tomada. Te pido que cuando grites y quieras estrangularme, recuerdes estas diez horas adicionales de felicidad que te doy; velas como un regalo que yo ya no tendré.
Paloma Valenzuela Vera, 38 años, Puente Alto
TERCER LUGAR
Título: La distancia adecuada
Patricia me afeitaba los domingos y me recortaba los brazos entre semana. Me los dejaba a la distancia que iba de mi lado de la cama hasta su espalda. Desde que se fue, tengo la impresión de que los brazos no me paran de crecer. Que allá donde esté podría tocarla.
Ignacio Cobo, 24 años, Macul
PREMIO AL TALENTO INFANTIL
Título: La calle
La calle tiene una casa, la casa tiene una puerta, la puerta tiene un perro con su collar rosado. Pasó un gato café, nadie sabe qué fue. Y se llevó la calle, la calle con la casa, y la casa con la puerta, y la puerta con el perro, y el perro con su collar rosado.
Francisco León Sepúlveda, 10 años, Recoleta
PREMIO AL TALENTO JOVEN
Título: Ciudadano promedio
Detrás de las rejas siempre empieza la calle, los ciclistas, la gente con uñas rotas y las largas alfombras de cemento. Si miramos con detención veremos en la vereda a un viejo que está sentado mirándose las uñas rotas, que no parece ni ciclista ni pavimento ni reja; aunque quizás sea un poco de todo eso, porque a veces lanza de su bicicleta piedras rotas al descubrir que lo acorrala una reja.
Daniela Contreras González, 18 años, Recoleta
PREMIO AL TALENTO MAYOR
Título: Espejos
Estoy de pie con la comanda frente a la mujer, el prójimo y el codiciador de la mujer del prójimo, quienes han tomado asiento en la mesa de la esquina, de espaldas a los espejos. El prójimo pregunta: «¿Qué va a querer, mi amor?». Pero mi amor no se decide y su mano izquierda —el espejo indica la derecha— avanza bajo la mesa en dirección a la mano del codiciador, en busca de amparo. El prójimo toma la mano disponible, la que está sobre la mesa, la que se ve sin espejos, para retener algo de la mujer amada.
Dagoberto Espinoza Chávez, 69 años, La Cisterna
PREMIO AL TALENTO BREVE
Título: Santa Nostalgia
Sabes que eres extranjero cuando en la Catedral no encuentras el santo al que siempre le rezas.
Aura Cerón Hernández, 35 años, Maipú
MENCION HONROSA
Título: Dos en Uno
Su primer diente se le cayó a los 4 años. Lo puso debajo de la almohada. Al día siguiente, en el mismo lugar, había una moneda grande. Se compró dos chicles. Uno me lo regaló. Era de frutilla. Lo abrimos y comimos al mismo tiempo. Él sabía hacer globos, yo no. Un día, afuera de su casa, había un auto lleno de cajas y camas. Le pregunté adónde iban, me dijo que a una casa nueva, en un barrio nuevo, con gente nueva. Le pregunté si nos íbamos a ver otra vez y levantó sus hombros.
Cristina Tápies Goldenberg, 29 años, Santiago
MENCION HONROSA
Título: Universitaria
En primer año estaba hacinada en una pieza sin cocina ni baño; mi arrendadora estaba loca, tenía un ojo trucho y yo almorzaba todos los días en la universidad. En segundo año seguía hacinada en una pieza sin cocina pero con baño; mi arrendadora estaba aún más loca, era una maniática/paranoica y yo almorzaba todos los días en la universidad. En tercer y cuarto año al fin encontré una pieza con cocina y baño, y mi arrendador, al parecer, no está loco. Aún almuerzo todos los días en la universidad.
Vanessa Zepeda Capdevilla, 22 años, Macul
MENCION HONROSA
Título: El pago de Chile
Elvis está vivo. Me lo encontré ayer en Agustinas con San Martín, ebrio como diuca. Se lo estaban llevando detenido a la Tercera Comisaría. Le pagué la fianza y lo acompañé, buscando una botillería abierta. «Te equivocaste de país, Elvis. En este país no sabemos tratar a los ídolos», le dije. Él me miró, se tragó un par de anfetaminas y se perdió botillería adentro.
Nicolás Cruz Valdivieso, 34 años, Santiago
MENCION HONROSA
Título: El mueblista
Ese olor me hizo retroceder a mi infancia. Él era mueblista, y yo iba a jugar con su hija. Ella solo tenía 4 años. Un día ya no quise jugar en su casa. El barniz me hizo recordar por qué.
Inés Fernández Norambuena, 47 años, San Joaquín.
MENCION HONROSA
Título: Almacén
Siempre, día tras día, el gato mestizo sobre el mostrador, rodeado de aroma a harina tostada y vino clandestino; y, en el rincón oscuro, el viejo con una cañita inseparable. Medio de azúcar o huevos o bebida, dejando por el envase. Las compras mínimas, última hora, domingo en la tarde, y siempre el gato y el viejo allí. Siempre, hasta que el letrero de una inmobiliaria me sorprendió al bajar de la micro. Escucho a mi padre diciendo que el barrio va a mejorar mientras miro al gato y al viejo en la esquina, sin saber qué rumbo tomar.
Karen Jaramillo Altamirano, 34 años, Puente Alto.