Universidad San Sebastián instaló una moderna estación flotante, que permitirá obtener información en línea sobre el estado de salud del principal cuerpo de agua de la región de Los Lagos.
El Llanquihue es el lago más grande de la Región de Los Lagos, y es el segundo de mayor tamaño del país después del lago General Carrera, en la región de Aysén, con una superficie de 870,5 km2.
Si bien este cuerpo lacustre goza de un buen estado de salud, ésta podría deteriorarse severamente debido a la creciente escasez hídrica que enfrenta el país y particularmente esta cuenca, como consecuencia de los efectos del cambio climático y el impacto de las actividades antrópicas asociadas a ella, como la agricultura, la ganadería, la silvicultura, el turismo y las presiones propias de los asentamientos humanos.
En este contexto, la Universidad San Sebastián creó en 2019, el Programa Territorial Hito Más Azul Lago Llanquihue, que busca convertir al lago en un modelo de clase mundial en materia de conservación, ciencia aplicada, tecnología y educación ambiental, en equilibrio con el desarrollo integral de las comunidades.
Como parte de este Programa, se encuentran una serie de proyectos colaborativos, con aportes tanto internos como externos, y, entre estos últimos aparece el proyecto financiado por el Fondo de Innovación y Competitividad del Gobierno Regional de Los Lagos, denominado FIC: Evaluación de Tecnologías de la Información y Herramientas Biotecnológicas para el Monitoreo Ambiental del Lago Llanquihue, que responde a la Estrategia Regional de Desarrollo, y que busca contribuir al manejo hídrico de la cuenca del lago a partir de la validación de tecnologías, productos y servicios de alta tecnología que permitan el monitoreo efectivo y eficiente en tiempo real y en línea de la calidad de agua, mediante una estación de monitoreo ambiental dotada de la más alta tecnología.
Monitoreo ambiental
Como explica el académico Alberto Fernández, líder del Programa, se trata de “un esfuerzo por aportar desde la academia a la institucionalidad pública y la comunidad, generando conocimiento acorde a las demandas. Este proyecto no solo nos permite ser actores claves en la generación de nuevo conocimiento, sino también aportar a la generación de políticas públicas y fomentar el desarrollo sostenible de las comunidades y los territorios frente a una problemática”.
En concreto, este trabajo busca determinar la factibilidad técnica y económica del uso de sistemas de monitoreo ambiental como la teledetección, la metagenómica y el monitoreo remoto, como herramientas para la generación de información e integrarlo en una plataforma digital que permita almacenar y desplegar data ambiental histórica y en tiempo real de este cuerpo lacustre, facilitando la toma de decisiones, promoviendo el monitoreo ciudadano, la generación de nuevo conocimiento y la elaboración de políticas públicas.
Propuesta integral
El proyecto contempla además, un trabajo directo con las comunidades, dado que los vecinos de la cuenca son protagonistas en el cuidado del lago. En ese sentido, el vicerrector de Vinculación con el Medio y Proyectos Institucionales de la Universidad San Sebastián, Antonio Pujol, puntualiza que se ha trabajado con los directivos de los colegios de la zona para que “se implementen líneas de trabajo en los programas de formación de los alumnos. Asimismo, nuestros investigadores ofrecen charlas sobre el medio ambiente y, a su vez, se invita a los estudiantes a conocer nuestros laboratorios y dialogar con los científicos, con lo cual motivamos su aprendizaje”.
“Esto va a sentar las bases para una propuesta de política pública de cómo conservar y convivir con nuestras cuencas; es un gran avance que involucra a la empresa privada, recursos del Estado, del Gobierno Regional y por sobre todo a la Universidad, en cómo explorar tecnologías disponibles y ponerlas al servicio de la protección de estas cuencas, que son la fuente de vida para el futuro del sur de nuestro país”, apunta Pujol.
Tecnología de punta
La estación tiene una serie de dispositivos acoplados a lo que se conoce como boya, que es el sistema de flotación. Su función es impedir el hundimiento de los dispositivos de medida, transmisión y alimentación, que es por medio de un panel solar, con autonomía de 10 días. La información que entrega son los registros transmitidos por las sondas que miden parámetros de oxígeno disuelto, temperatura y conductividad y se ubican a 2 metros bajo el nivel del agua.
Este proyecto es único en su tipo en Chile, puesto que combina tres tecnologías de monitoreo de agua; metagenómica, teledetección y una plataforma de monitoreo in-situ. La información es transmitida en tiempo real vía satelital (GPRS), garantizando la entrega de datos aún en condiciones atmosféricas adversas, por medio de una antena. Estos datos son almacenados en una base de datos que podrá ser consultada a través de Internet por científicos, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general.
Fuente: USS.