0Q permite optimizar el tiempo de los usuarios, siendo una idea pionera en Latinoamérica. Los responsables son tres exalumnos de la Universidad Santa María.
Tras una frustrante espera cuando debió pagar un parte, Sergio Abogabir, ingeniero civil industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María, quiso buscar una solución al problema de las filas. Dos veces perdió su turno por salir a esperar afuera de una sala repleta de gente, así que junto a sus socios Ernesto Erdmann y Carlos Lasserre –egresados de la misma carrera en USM Vitacura–, le dieron vueltas a varias ideas, hasta llegar a la que originó el proyecto Zero Queue (0Q).
Se trata de una plataforma web que trabaja en sincronía con un tótem instalado en el local, monitoreando simultánea y coordinadamente en tiempo real el avance de una fila de atención desde el celular. Incluso es posible tomar un número virtual y saber aproximadamente cuánto falta para el turno del usuario, lo que le da la posibilidad a la gente de pedir la atención desde su casa u oficina y llegar al lugar justo antes, sin tener que esperar.
La idea es pionera en Latinoamérica: solo en Inglaterra existe un sistema similar. “Estamos usando el mismo tipo de tecnología que utilizan gigantes como Google, Dropbox y Microsoft en sus protocolos de comunicación, porque es la mejor forma de entregar un servicio de clase mundial”, afirma Sergio Abogabir. “En una primera instancia nos vamos a concentrar en el mercado nacional y a mediano plazo expandirnos dentro de los países vecinos”, adelanta, acotando que además de Chile, ya tienen una patente en Perú.
El equipo –integrado también por varios ingenieros civiles informáticos de la USM– en solo unos meses pasó de concebir la idea teórica a algo concreto: ya cuentan con dos clientes, las notarías Ossa (La Cisterna) y Diez (Providencia). Al respecto, Eduardo Diez, notario de esta última, se muestra muy satisfecho con el funcionamiento del sistema, destacando que los usuarios más jóvenes no necesitan mayores instrucciones para usarlo, ya que es muy intuitivo y que cualquier ahorro de tiempo para sus clientes es un gran aporte y de suma importancia para él.
El sistema opera con dos tipos de tótems: uno para cuando se cuente con una única fila y que funciona en base a un botón; y otro con pantalla táctil con capacidad para hasta 10 filas. Ambos fueron desarrollados por ellos mismos, con el objetivo de bajar al máximo la barrera de entrada para llegar a la mayor cantidad de clientes posible.
0Q tiene dos modalidades de venta: por un lado, es posible comprar directamente el tótem y pagar una mensualidad por el servicio que tiene un valor de 2 U.F. mensuales, que equivalen a cerca de $50.000; o bien, se puede optar por un contrato por 24 meses a 4 U.F. al mes (aproximadamente $100.000), el cual incluye el valor del tótem e instalación.
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Universidad Técnica Federico Santa María