Por Fernanda Mattar, subgerenta de ingeniería de seguridad Entel.
¿Quién no ha sentido preocupación por la cantidad de horas que están pasando nuestros hijos frente a la pantalla? Si bien antes niños, niñas y jóvenes utilizaban la tecnología durante sus momentos de ocio o para hacer tareas, ese panorama ha cambiado radicalmente con la implementación de las clases online, donde el quehacer cotidiano se trasladó a la esfera digital. De hecho, el análisis hecho por Entel identificó que el tráfico de datos durante 2020 aumentó en un 59% a nivel nacional.
Durante estas fechas, después de las vacaciones de invierno y ad portas del Día del Niño, los más chicos de la casa están en el centro de nuestra atención, y muchas veces los regalos tienen que ver con tecnología, ya que es parte esencial de nuestras vidas y lo será cada vez más. Eso es inevitable, pero debe ser monitoreado.
Según estudios realizados por la Oficina de Investigaciones de Unicef, el uso moderado de tecnología no tiene un efecto negativo en el bienestar mental de los niños, niñas y jóvenes, pero es importante no solo enfocarse en el tiempo que pasan conectados, sino también en el tipo de actividades que realizan en línea.
Por eso, no debemos dejarnos engañar porque sean “nativos digitales”. Sabemos que los niños, niñas y jóvenes de hoy nacieron con un celular o computador en la mano, pero eso no garantiza que tengan las herramientas necesarias para enfrentar los mayores riesgos derivados de esta hiperconectividad. Tal como en épocas anteriores nuestros padres nos enseñaban los riesgos de salir a la calle, ahora el deber de los padres también debe incluir el enseñar a los hijos respecto a los riesgos de salir a navegar por internet.
Por esto, no podemos descansar y dejarlos solos con la tecnología. Entonces, nativos digitales, sí… pero los padres y tutores también debemos serlo, y capacitarnos y traspasarles esta experiencia.
De eso se trata la mediación parental, que consiste en educar, guiar y proteger a los menores para enfrentar los problemas y riesgos que pueden tener al navegar por internet, como acceso a contenido inapropiado, amenazas de virus que pueden robar datos y bloquear cuentas, noticias falsas, fraudes, situaciones de ciberbullying y grooming, que es cuando un adulto se hace pasar por un menor para ganar su confianza.
Además, para lograr un real impacto y cambiar la manera en que los niños, niñas y jóvenes se enfrentan a internet, es importante pensar en esto como un desafío multisectorial que requiere esfuerzos conjuntos entre el gobierno, las autoridades locales, el mundo privado y el académico y, por supuesto, los colegios.
En esa línea, hay una serie de medidas que se pueden tomar para guiar a los niños, niñas y jóvenes en su interacción con el mundo digital, como mantener una buena comunicación; conocer sus intereses y sitios o plataformas que utilicen; potenciar sus habilidades sociales, a través de la autoestima, empatía, autoconocimiento, gestión de las emociones y autonomía, y, por supuesto, enseñarles a discriminar el contenido que ven en internet.
Todos estas herramientas de prevención fueron trabajadas por Entel en conjunto con el Ministerio del Interior, a través del Equipo de Respuesta ante Emergencias Informáticas (CSIRT), lo que es solo un paso en el largo camino que nos queda aún por recorrer, ya que esto es un trabajo sistemático y permanente, que requiere conocimientos que debemos ir actualizando y transmitiendo a nuestros hijos junto con el surgimiento, cada vez más vertiginoso, de nuevas tecnologías.
Fuente: Extend.