El senador Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafíos del Futuro y el embajador de Suiza, Edgard Dörig presidieron un encuentro –realizado este jueves en el Congreso Nacional- con la tripulación del Race For Water Odyssey que navega a través del mundo para denunciar la grave contaminación de la basura plástica en los océanos del planeta.
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El embajador Edgar Dörig explicó que una de “las prioridades de la política externa de Suiza es la preocupación por el Medio Ambiente. Somos un país de montaña con acceso indirecto al mar pues el plástico no sólo afecta al turismo sino que también es un problema para la cadena alimentaria”, y por ello su gobierno respalda esta iniciativa.
El senador Girardi calificó de “dramática la contaminación del mar chileno a consecuencia de desechos plásticos que viene de otros lugares, pero también de nuestro propio país. Al mes Chile produce 50 millones de bolsas plásticas que terminan en el basurero y en el mar donde en su proceso de descomposición liberan sustancias tóxicas que son disruptores endocrinos y cancerígenos. Cada vez tenemos más patologías de tiroides, niñas con desarrollo hormonal precoz o casos de cánceres prematuros”.
El legislador agregó que el problema “no es sólo estético, pues los contaminantes plásticos van a ingresar a nuestro organismo en forma de micro partículas que se incorporan a la cadena trófica al ser ingeridos por peces y aves. Y además, la basura plástica destruye ecosistemas completos fundamentales para la vida como las praderas de micro algas que captan CO2 y producen oxígeno”.
El parlamentario recordó que este miércoles presentó un proyecto de ley para “impedir en Chile el uso de films y bolsas plásticas no biodegradable. Queremos erradicar su uso del comercio prohibiendo regalar o vender las bolsas. Las empresas de la industria alimentaria que empacan con plásticos no biodegradables tendrán dos años para adecuarse a la normativa. Con esta iniciativa queremos colaborar al esfuerzo y coraje de este equipo que recorre el mundo desarrollando labores científicas y haciendo consciencia de la necesidad de un cambio de los valores civilizatorios de nuestra sociedad”.
Marco Simeone, presidente de la Fundación Race For Water, señaló que “es una organización sin fines de lucro cuya meta es la preservación del agua tanto dulce como salada que hoy se encuentra en peligro” y explicó que la “odisea, es una carrera contra el tiempo para preservar los océanos y consiste en una travesía de 88 mil km –equivalente a dos vueltas al mundo- para estudiar las islas de desechos acumulados por los vórtices formados por las corrientes marinas”.
Simeone, quien ejerce como capitán del trimarán, afirmó que “el 35% de la producción de plástico se usa una sola vez y por una media de 20 minutos y el 10% de la termina cada año en el mar”, y explicó que la labor consiste en “tomar muestras de las micro partículas de plástico y enviarlas a Suiza donde se hacen pruebas para saber el tipo de toxicidad y comparar resultados entre los distintos vórtices e islas”.
Estiman que a mediados del 2016 “debiéramos tener listo el primer informe acerca de lo que vimos. También trabajamos en el macro plástico -trozos de 20 cm o más- para averiguar de dónde proviene, que tipo es y a que objeto pertenecía”, señaló el capitán Simeone y añadió que “también utilizamos un dron que toma fotos para obtener un mapeo del volumen de plástico que hay en las playas”.
Fuente: Prensa Senador Guido Girardi.