– El director ejecutivo del Observatorio de Historia y Política de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) analizó el último debate presidencial previo a las elecciones de este domingo.
A pocos días de las elecciones presidenciales que se realizan este domingo en Chile, seis de los siete candidatos participaron en el último debate previo al balotaje, el que fue organizado por ANATEL. De acuerdo con el análisis realizado por Raúl Burgos, experto en historia política y director ejecutivo del Observatorio de Historia y Política de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) fue posible observar que “la mayoría de las candidaturas articularon sus discursos en relación con los proyectos e ideas presentadas por Gabriel Boric, por un lado, y por José Antonio Kast, por el otro”.
Según el también académico del Instituto de Historia de la PUCV, se pudo apreciar “el esfuerzo de Marco Enríquez-Ominami y de Yasna Provoste por potenciarse como candidaturas reformistas o promotoras de cambios graduales y proyectar a Boric y Kast como representantes de ideas y proyectos más radicales”.
Y agregó que “Sebastián Sichel también trató de presentar su candidatura como un proyecto reformista, aunque con menor posibilidad de sobresalir frente al resto de los candidatos. Eduardo Artés, por su parte, quedó aislado en una posición que se distancia absolutamente de sus competidores”.
El investigador y Doctor en Historia, resaltó que “observamos que José Antonio Kast y Gabriel Boric se interpelaron mutuamente, reconociéndose como las candidaturas fuertes. En términos de los contenidos de estas dos candidaturas, vemos que Kast articula un discurso donde defiende y reivindica los valores y principios de lo que sería una derecha tradicional en el país. Ello se manifestó, por ejemplo, en sus definiciones sobre la familia, la educación sexual, el rol de la religión o la defensa de la propiedad. Por su parte, Boric, modera su discurso, acercándose a un proyecto de social democracia, reconociendo al mismo tiempo la importancia del crecimiento económico o el rol de las pequeñas y medianas empresas, el rol del Estado o la gradualidad en el ejercicio del poder. En esto último, coincide también con Yasna Provoste o Marco Enríquez-Ominami y se distancia absolutamente de posiciones como la de Eduardo Artés.
Finalmente, explicó que esta mencionada posición de Boric “puede ser parte de una estrategia para atraer a un electorado moderado y establecer puentes que permitan una negociación con las candidaturas de la centroizquierda para una eventual segunda vuelta presidencial”.
Fuente: PUCV