- Académicos de distintas disciplinas de la Universidad de Santiago entregan consejos para que los estudiantes afronten de mejor manera la presencialidad.
Luego de dos años de clases online en las universidades, regresar a lo presencial puede conllevar un importante proceso de adaptación, que va desde los hábitos de estudios, a la alimentación y la actividad física. Retomar ese ritmo, sostienen especialistas, es todo un desafío.
Para el profesor del Departamento de Educación de la Usach, Daniel Ríos, lo primero es intentar tener el comportamiento que se tenía antes de la pandemia. “Los estudiantes de tercer año no estuvieron en la universidad durante primer y segundo año, pero sí tuvieron lo presencial en la etapa escolar, por lo tanto, tampoco hay grandes diferencias en cuestiones básicas del aprendizaje. Hay que estar motivados, dispuestos, entusiasmados, con ganas y deseos; manteniendo la atención a las actividades curriculares dispuestas por los y las profesoras”.
Para el académico, un punto clave pensando en los hábitos de estudio es saber combinar ambas experiencias. “Hay que combinar lo presencial con lo autónomo, esa responsabilidad con los estudios y la carrera debe mantenerse. Con trabajo compartido y combinado con otros compañeros, saber gestionar el tiempo entre lo no presencial con lo presencial”, sostuvo, añadiendo que como profesores hay que apelar a estrategias colaborativas como trabajos en equipo y por proyectos.
Una buena alimentación
Otra recomendación importante va de la mano de una buena alimentación. El nutricionista y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, Juan Tejo, enfatiza en la importancia de que los estudiantes universitarios que vuelven a la presencialidad puedan organizarse para no saltarse comidas como el desayuno, el almuerzo o la cena.
“Los largos períodos de ayuno afectan directamente la capacidad de concentración y retención”, sostiene. “Se aprende mucho más y se facilita el rendimiento académico cuando el cuerpo y el cerebro tienen los nutrientes que necesitan para poder funcionar”, insiste.
El especialista hace hincapié en que los alumnos tengan claro si almorzarán en casa o en la universidad, dependiendo de sus horarios de clase. “En ambos casos, el ideal es favorecer el aporte de proteínas, como pollo, pescado o legumbres más verduras, en desmedro de carbohidratos simples”, señala.
En cuanto a colaciones, Tejo recomienda nueces o almendras a media mañana o media tarde, ya que aportan vitamina B1, la cual activa el cerebro. También, aconseja consumir yogur, leche o sándwich que aporten proteínas –es decir, que contengan jamón o queso-. ¿La razón? “No generar curvas tan violentas de azúcar en la sangre y, con esto, poder mantener un funcionamiento estable del cerebro”, explica. En caso de ser vegano o vegetariano, considera especialmente necesario evitar “alimentos refinados, muy altos en azúcar, que van a terminar subiendo la glicemia, la energía, pero generan esta curva violenta que viene después y que provoca somnolencia”.
Actividad física
Finalmente, el Director de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física, el Deporte y la Salud (ECIADES) de la U. de Santiago, Cristián Cofré, sostiene que es importante que los estudiantes asiduos al entrenamiento deportivo o físico, puedan retomar la actividad física de manera progresiva, en caso de haber perdido el hábito como consecuencia de los confinamientos, para evitar lesiones producto del sobreentrenamiento.
“Entendiendo que dejar de realizar ejercicio o entrenar va a producir pérdida o deterioros importantes, que van entre un 15% o 20% en la capacidad física, es fundamental retornar a la práctica deportiva de manera progresiva y con cierto cuidado; comenzar con un proceso de adaptación básico y no pretender volver a la misma intensidad o cantidad de entrenamiento que hacíamos antes de la pandemia o de la detención del entrenamiento”, afirma.
“Las recomendaciones son volver progresivamente. Ojalá, con una asesoría profesional y evaluación médica-deportiva de por medio, que nos permita reconocer que estamos en condiciones adecuadas para iniciar un programa de ejercicios. En caso de personas que hayan padecido el COVID-19, todavía no hay absoluta claridad sobre problemas posteriores que esto pudiese acarrear tanto a nivel respiratorio como cardiovascular. En ese caso, sería más importante, todavía, tener la consulta de un médico del deporte, que nos dé el apto para volver a la práctica física y deportiva”, cerró.
Mayor información:
Cristóbal Meléndez Martin
cristobal.melendez@usach.cl
+56 9 5110 9083
Cristóbal Miranda Ríos
cristobal.miranda@usach.cl
+56 9 5986 8235
Fuente: Usach