*visión de la SNA respecto del impacto del cambio de horario en la agricultura.
La agricultura es un rubro que está expuesto a los ciclos naturales de vegetales y animales, por ende, no es una industria en la que sea factible modelar los ciclos productivos de acuerdo a los criterios con que opera el resto de los sectores económicos en términos laborales y específicamente en los horarios de trabajo. Por ejemplo, el ritmo vegetativo de plantas y animales se orienta por los ritmos naturales del sol, por lo que los trabajadores tienen sus jornadas adaptadas a esas necesidades.
En ese sentido, la modificación que se hizo algunos años atrás de las horas punta ha afectado gravemente la competitividad del sector, por cuanto no puede ajustar su producción de acuerdo a lo que exige la hora punta, transformándose ésta en un verdadero impuesto al sector.
Asimismo, esta modificación horaria a la cual nos hemos visto expuestos, está afectando la productividad del sector agrícola, dado que por falta de luz se ha reducido los horarios de las labores agrícolas.
A las 8 de la mañana, aún está oscuro y las tareas en los campos se realizan al aire libre, donde no es posible iluminar artificialmente. Esto ha llevado a que se retrase el inicio efectivo de las labores agrícolas, entre 30 a 45 minutos. Sin embargo, no siempre es posible atrasar el ingreso de los trabajadores pidiéndoles que compensen en la tarde, porque a la hora de salida, ya está oscureciendo y si se retrasa aún más el horario de término de la jornada, se irán cuando no haya luz, con el riesgo que ello representa para muchos los trabajadores de zonas rurales, que vuelven a sus casa a pie o en bicicleta.
Esto ha obligado modificar horarios y contratos de trabajo. Lo anterior, ha significado la pérdida de períodos efectivos de trabajo en la agricultura, en torno al 10 ó 20%, lo que impacta directamente la competitividad y rentabilidad del sector.
Fuente: b20 comunicaciones.