Estos dos encuentros de colaboración buscan conocer la opinión de la comunidad científica y fortalecer la gestión en red de la Macrozona Centro.
Con la participación de representantes del sector público, privado, académicos/as, investigadores/as y la sociedad civil de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, el Nodo CIV-VAL, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) y ejecutado por la UV, PUCV, USM, UCN, ULS, CINV, CEAZA y CREAS, llevó a cabo de manera exitosa dos instancias participativas con el propósito de consolidar una red de colaboración que contribuya a la articulación y apropiación de la CTCi en la Macrozona Centro.
Durante las actividades, quienes asistieron compartieron y reflexionaron sobre estrategias que permitirán vincular la ciencia y el trabajo realizado por el Nodo CIV-VAL con las necesidades de las empresas y emprendimientos de base científica y tecnológica, mientras se fomenta la participación de la ciudadanía.
En este sentido, Macarena Rosenkranz, directora del Nodo CIV-VAL y directora de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), explicó que “estamos trabajando en las propuestas de los próximos meses en relación a la vinculación ciencia – empresa y ciencia – ciudadanía, y el compartir sugerencias en base a la experiencia de las instituciones, agrega valor y nos orienta para ir afinando los detalles en aspectos que son relevantes y para visualizar además próximos trabajos en conjunto”.
En las jornadas también estuvo presente el seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Jorge Soto, quien aseguró que “las reuniones temáticas del nodo son de especial relevancia para dar a conocer las fortalezas y debilidades del ecosistema CTCi de la Macrozona con los distintos actores involucrados. Este diálogo permite destrabar algunas dificultades, destacar los aspectos positivos a veces poco conocidos, y establecer puentes de colaboración para fortalecer el trabajo existente. Fue muy provechoso participar de estos encuentros, que van un paso más allá del diagnóstico, ya que de aquí nacen las bases para establecer soluciones y ponerlas en práctica”.
Del mismo modo, en el encuentro con el sector productivo, el Key Area Manager – Energía del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E), de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), Javier Robledo, valoró la realización de este tipo de actividades y agregó que “hay centros en la Macrozona que cada vez se están vinculando más hacia los requerimientos de la industria y estos encuentros precisamente son espacios muy importantes para poder mostrar las capacidades existentes y demostrar que estamos abiertos a un trabajo colaborativo”.
Por su parte, el presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP), José Pakomio, se refirió a la comunicación y la metodología como factores claves para mejorar la vinculación con el sector productivo: “Tenemos un trabajo de terreno importante con la academia y hemos llegado a la conclusión de que es necesario mirar cuál es la oferta real que actualmente la academia tiene y poner en vitrina eso, para poder llegar a las empresas y nosotros como gremios y distintos actores conectados con el sector productivo podamos hacer esta bajada”.
Mientras que, por otra parte, en la sesión participativa con la sociedad civil, se cuestionaron diversos desafíos principalmente de cómo poder vincular la ciudadanía a la ciencia y qué es lo relevante para la sociedad. En esa línea, el director del proyecto “Científicos de la Basura” y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Martin Thiel, hizo hincapié en involucrar a las personas en la generación de investigaciones y recordó que, la ciencia contribuye también como entretenimiento en complemento y respuesta a posibles necesidades.
“Es muy importante involucrarnos con la ciudadanía en el proceso científico porque hay muchas cosas que son tan dispersas en el espacio que no podemos enviar científicos a cada rincón de la región, pero en cada rincón hay personas y establecimientos educacionales. Y con ellos, si los involucramos en el proceso podemos, por ejemplo, lograr un catastro de biodiversidad extraordinario, por eso, la idea es invitar e involucrar a las personas en la generación de este conocimiento, y fomentar la fascinación del descubrimiento que lleva la ciencia”, destacó Thiel.
Finalmente, es importante recalcar que, durante los próximos meses, el Nodo CIV-VAL continuará trabajando colaborativamente para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Fuente: PUCV.