“Los datos son peores aun que lo que uno imaginaba”, fue la reacción inmediata del presidente de la Unión Nacional de Artistas, Edgardo Bruna, al conocer los resultados del revelador estudio que evidencia la realidad del sector cultural en cuatro regiones del país, que fue presentado este miércoles por Proyecto TRAMA y Observatorio de Políticas Culturales (OPC).
La publicación “El escenario del trabajador cultural en Chile” exhibe una gran cantidad de información inédita extraída del Catastro de Trabajadores de la Cultura, encuesta on-line que durante el primer semestre de 2014 alcanzó a registrar la realidad de unos cuatro mil artistas, técnicos e intermediarios ligados al arte y la cultura de Antofagasta, Maule, Valparaíso y Metropolitana, territorios donde opera el Proyecto TRAMA.
Dichos antecedentes dan cuenta de la situación laboral de los trabajadores de estas regiones vinculados a las artes visuales, artes escénicas, literatura, música y audiovisual, las herramientas y formación que poseen; las instituciones y leyes que los amparan; y las condiciones de creación, distribución y difusión de sus obras, entre otros aspectos.
“El escenario del Trabajador Cultural en Chile” confirma una realidad observada por muchos, pues refleja de manera fiel la precariedad de un sector en el que la autogestión es el motor de desarrollo. Algunos datos que reafirmarían esta observación son que el 43% de los discos producidos en Chile son autoeditados o que el 78,5% de las empresas del sector cultural son microempresas.
Por otro lado, la precariedad se expresa en términos de ingresos y también en los bajos porcentajes de contratación de los trabajadores de la cultura. El 28,7% de las personas encuestadas para este estudio no esperaba recibir ningún tipo de remuneración por la actividad artística desarrollada en el último mes. Además, el 60,1% de los técnicos que se desempeñan en este rubro no cuenta con un contrato de trabajo y un 37,2% de los trabajadores culturales no está afiliado a ningún tipo de previsión para la vejez.
Edgardo Bruna comentó los resultados y señaló que lo importante hoy, más allá de los datos, es saber que se hará ahora con ellos “porque la sensación que uno tiene es que nosotros los trabajadores de la cultura vivimos en medio de una gran paradoja, trágica, dramática, tragicómica incluso, puesto que el motor del desarrollo y de la creatividad cultural en Chile somos los artistas, no es el Estado y menos aún de la empresa privada. Lo importante es determinar hoy a quién le llegan estos datos duros y por donde seguimos, porque tampoco estamos partiendo de cero”.
Según el estudio, las diferencias se acentúan además según el territorio. No solo en las regiones respecto a la zona metropolitana, sino también en las ciudades o comunas alejadas de las capitales regionales. De esta manera, el 54,2% de espacios dedicados a la actividad cultural están en la Región Metropolitana, un 26,1% en Valparaíso, el 12,6% en Maule y un 7% en la Región de Antofagasta. A esto se suma que el 60,7% de la oferta académica para la educación artística superior se encuentra en la Región Metropolitana.
“Afortunadamente hoy se están dando pasos bien importantes, y yo creo que todavía existe la porfía en los creadores chilenos, y mientras más adversas son las condiciones, hay más creación artística, hay más películas que nunca, más libros que nunca, más exposiciones que ante, surgen talentos jóvenes”.
Edgardo Bruna es enfático en señalar que estos datos nos invitan a la reflexión a que demos pasos a partir de la asociatividad, a partir de la movilización permanente que tienen los artistas. “Para mí la sociedad se transforma en las calles y en el Congreso y en ambos casos afortunadamente hemos estado presentes Nos falta un poco más de calle, pero si hemos estado permanentemente presentes en el Congreso, y tenemos voces que nos escuchan, oídos que nos escuchan y voces que también hablan por nosotros en el Congreso. La lucha es en muchos frentes, pero lo que más importa para nosotros es que existe el deseo, las ganas y la porfía de seguir creando, y la idea es que podamos mostrar más nuestras creaciones y que les den la importancia que realmente tienen, requiere y necesita el país, por sus creadores culturales, y el público”.
A la luz de estos resultados será posible perfilar de manera más eficiente las actividades planteadas por el Proyecto TRAMA en las cuatro regiones donde se implementa este programa y que buscan mejorar los estándares de sustentabilidad y empleabilidad del sector de la cultura en Chile.
“Proyecto Trama: Red de Trabajadores de la Cultura”, es una iniciativa financiada por la Unión Europea y presentada por una asociación de instituciones: Corporación Cultural Matucana 100, Balmaceda Arte Joven, Observatorio de Políticas Culturales (OPC), Corporación Santiago Innova y Programa Santiago Creativo de Corfo.
El programa que se extenderá durante tres años y se desarrollará simultáneamente en cuatro regiones del país (Maule, Antofagasta, Valparaíso y Metropolitana), pretende capacitar, articular, asesorar y profesionalizar a trabajadores de la cultura. Además, la propuesta también contempla la incubación de emprendimientos creativos, la generación de convenios de circulación, fomentar el respeto por los derechos laborales y la formulación de propuestas de política pública.