- Con la medición del Capital Natural se podrá contar con la valoración de una diversidad de activos que brindan servicios a la economía y al ecosistema. Entre ellos, el aprovisionamiento como el caso del agua, minerales o combustibles fósiles. Servicios de regulación, como la purificación del agua, la polinización o límites a la erosión. Soporte con la provisión de hábitats o servicios culturales no materiales.
- Con las series de capital natural es posible incorporar estas tendencias en el cálculo de la productividad, lo que es clave, por ejemplo, para la estimación de actividades de explotación minera.
- La necesidad de valorar el capital natural gravita en la evaluación correcta de los beneficios y costos de proyectos de inversión y políticas públicas.
El economista e investigador principal de CLAPES-UC Joaquín Vial, la economista senior del Banco Central Anna Ríos, y el jefe de División de Información y Economía Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Rodrigo Arriagada, participaron hoy en el seminario “Capital Natural: La importancia de su medición y sus implicancias para el crecimiento económico”, organizado por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la UC, y que se realizó en el centro de Extensión de la Universidad Católica
En el encuentro analizaron los desafíos y la importancia de la medición de Capital Natural en Chile, así como la experiencia internacional en esta materia.
El Coordinador Económico de Cambio Climático Energía y Medio Ambiente de Clapes UC, Luis Gonzales, moderó el encuentro y abrió la conversación. “El concepto de capital natural surge en respuesta a la creciente preocupación por la disponibilidad actual y futura de recursos naturales, presionados bajo el fuerte aumento de la población mundial y el acelerado crecimiento del ingreso por habitante a nivel global. Hoy este concepto se ha ido ampliando más allá de lo que se refiere estrictamente a los aportes de la naturaleza al consumo humano, al punto que en versiones más recientes se habla de servicios ecosistémicos que aportan al funcionamiento de la biosfera en general”, indicó.
Joaquín Vial resaltó la importancia de medir el capital natural en Chile para el bienestar de la sociedad. “Los servicios ecosistémicos son esenciales para la preservación de la vida y la regeneración de la biósfera. La humanidad está inserta en ella y no es concebible que pueda subsistir al margen de ella, al menos a escala masiva”. Añadió que los modelos clásicos de crecimiento que miden la producción a través del capital y trabajo, es necesario agregar el capital natural. “Solo así podemos tener una estimación de productividad más ajustada”, precisó.
Ejemplificó con el caso de la minería, que es clave para la economía chilena. “Cuando se desarrollan nuevos proyectos mineros con bajos costos y altas rentabilidades eso es ´más productividad ́. Cuando decae la rentabilidad por el menor rendimiento de esos yacimientos mineros es ́ menor productividad ́. En realidad, esto es reflejo de consumo de capital no renovable, como son las reservas de cobre”.
A nivel agregado, este ejemplo también es extensivo a las finanzas públicas. No incorporar la medición de capital natural en la proyección de PIB tendencial conlleva el riesgo de sobreestimar el crecimiento futuro.
Por su parte, la economista senior del Banco Central Anna Ríos presentó los casos de México, Reino Unido, Australia y Canadá como ejemplos de aproximaciones para la medición de Capital Natural. En el caso de México y Reino Unido, la experta mostró las fuentes de información en cuatro dimensiones consideradas por el sistema de contabilidad de ecosistemas de la ONU Environment Ecosystem Service Accounting Framework. Entre ellos, destacó el uso cartográfico del reconocimiento de ecosistemas, la condición e integralidad de los ecosistemas, el reconocimiento de los servicios ecosistémicos y su valoración monetaria. Sobre este último punto mostró diferentes metodologías para monetizar actividades como el ecoturismo, los costos de viaje, las bandas de influencia o la valoración de protección ante inundaciones.
Para el caso de Australia, mostró el uso de imágenes satelitales combinado con el uso de supuestos como la cantidad de vegetación disponible en una determinada área, y en el caso de Canadá, las diferencias del uso de valores dependiendo si estos son obtenidos a precio de mercado o no en el caso de bosques, pantanos y fuentes de agua.
El jefe de División de Información y Economía Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Rodrigo Arriagada, mencionó que de acuerdo con la OCDE la pérdida de biodiversidad se encuentra entre los riesgos globales más altos para la sociedad. Hoy, agregó, “US$44 trillones -casi la mitad del PIB global- de generación de valor económico dependen de la naturaleza, y mientras entre 1992 y 2014 el valor contable del capital producido per cápita se duplicó y el capital humano per cápita aumentó 13 %, el valor de las existencias de capital natural per cápita disminuyó 40 %, según la OCDE”.
Arriagada agregó que se requiere avanzar en incorporar la biodiversidad en procesos de planificación económica, presupuestaria, y en políticas y programas que pueden afectar la biodiversidad. En este contexto, destacó que los ministerios de Medio Ambiente, Hacienda y Economía están jugando un rol más integrado, a través de la Oficina de Finanzas Verdes, la Mesa Público-Privada de Finanzas Verdes y Comité de Capital Natural.
Fuente: Clapes UC