El académico de la Usach, Víctor Salas, indica que los precios de las viviendas podrían seguir subiendo, debido a múltiples factores que afectarían al sector inmobiliario y que podrían gatillar una escasez de proyectos para satisfacer la demanda futura.
Más de una docena de empresas del sector de la construcción e inmobiliario en Chile han iniciado, desde fines de 2019, procesos judiciales para solicitar su liquidación o para reorganizarse.
De acuerdo al académico de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, la situación descrita por Diario Financiero es “preocupante” y se debe a múltiples factores. Entre los principales, el economista detecta al menos dos principales.
En primer lugar, Salas apunta a una reducción de la demanda, producto del aumento en la tasa de interés de los créditos hipotecarios, lo que se habría producido producto del objetivo del Banco Central de controlar la inflación.
En segundo término, indica: “las empresas observan que han estado subiendo los costos de la producción, lo que ocurre por el aumento de los precios de los materiales de la construcción”. El académico advierte que esta alza es de alrededor de un 37%.
“Estimaciones indican que la inversión en construcción se va a reducir en un 4% este año. El próximo, podría reducirse en un porcentaje mayor al 5,3%”, asegura. Todo este escenario haría prever “fuertes consecuencias” para el mercado.
“Afectará la disponibilidad futura de viviendas, porque se va a agotar el stock. Cuando llegue el momento de que se reponga la actividad productiva y la demanda de viviendas, no van a existir proyectos que se hayan iniciado en este periodo, lo que anticipa un aumento de precios”, sostiene.
El economista agrega que las tasas de interés y las posibilidades de adquirir créditos podrían verse aún más afectadas por la situación internacional, debido a “la recesión que, se espera, ocurra en Estados Unidos y que debiera llegarnos a fin de año, y por todo 2023”.
Finalmente, prevé que todo este panorama también podría provocar consecuencias negativas para el mercado laboral. “La situación afecta a los trabajadores de estas empresas y puede desatarse una situación de desempleo en el sector”, concluye.
Fuente: Usach.