No solo la tecnología nos orienta al cambio. Hay transformaciones sociales, culturales y virales que nos reestructuran la vida… Esto quedó claro con la pandemia por Covid-19 que nos llevó a desarrollar clases a distancia desde la educación preescolar y por dos años, donde educadores hicieron gala de su más valiosa característica: la adaptabilidad.
El mundo cambia y si la pandemia nos llevó a implementar medidas tecnológicas en la educación preescolar, el desafío actual es seguir adaptándonos, pero a los cambios culturales y sociales, aceptando la diversidad; acogiéndola y valorándola para que niños y niñas den sus primeros pasos académicos en nuestras aulas, sintiéndose seguros.
Me gustaría invitar a toda aquella y todo aquel que visualiza la educación como campo profesional a desarrollar sus carreras bajo el enfoque de derecho, con actitud ética permanente, aplicando la formación valórica e inclusiva que nos distingue como Tomasinos y Tomasinas, orientada a la atención a la diversidad, resguardando un ambiente seguro y de buen trato para la integridad física y psicológica de cada niño y niña.
El mundo cambia y si las y los educadores nos adaptamos, estaremos contribuyendo a la formación de una generación nueva, libre de prejuicios, contenida y apoyada desde la primera infancia.
Brenda Ascencio
Jefe de carrera
Técnico en Educación Parvularia 1° y 2° básico
Santo Tomás Puente Alto
Fuente: Simplicity