- Cuidar las condiciones ambientales del dormitorio ayuda a controlar la temperatura corporal logrando un sueño profundo y reparador.
Llegaron las altas temperaturas lo que se puede transformar en un dolor de cabeza a la hora de dormir, ya que con calor es más difícil conciliar el sueño y está comprobado que incluso el tiempo de descanso efectivo disminuye. Es así, como en esta época del año muchos se ven tentados por deshacerse del pijama y dormir desnudos, pero ¿es realmente efectivo?
De acuerdo a especialistas esta conducta es perjudicial para lograr un buen descanso. “La temperatura ambiental ideal para dormir es entre 18 y 22°C, pues en estas condiciones se produce un mejor descanso logrando llegar a etapas de sueño profundo que es cuando uno logra un sueño reparador. Por lo mismo, la recomendación es dormir con una prenda liviana lo que ayuda a mantener la temperatura del cuerpo, mientras que no dormir con pijama podría hacer que el cuerpo se enfríe de madrugada generando despertares en medio de la noche”, explica Ignacio Gutiérrez, neurólogo de Clínica Somno.
Desde el Centro especialista en Medicina del Sueño, explican que al dormir en medio de altas temperaturas el cuerpo suda y si no existe una tela que absorba la humedad y permita aumentar la superficie para que se evapore, esto empeora. Esto, dado que la transpiración y calor se acumulan en el cuerpo y aumentan la incomodidad e incluso la temperatura corporal. Por otro lado, el especialista explica que en esta época del año es importante generar una rutina para dormir “evitando elementos que produzcan insomnio, como el uso de celulares, tablets o ver televisión antes y mientras estamos en la cama”.
¿Cómo combatir las altas temperaturas sin dañar el sueño? Aquí nos entregan algunos consejos:
1. A lo largo del día es necesario ventilar la habitación por unos minutos para así permitir cambios de aire y evitar la humedad.
2. Preferir pijamas de telas livianas como el algodón o transpirables es ideal.
3. No es aconsejable dormir completamente destapado, porque en la madrugada la temperatura ambiente y corporal bajan y puede dar frío, lo que puede interrumpir el sueño profundo y generar un despertar en medio de la noche.
4. En caso de excesivo calor, se recomienda una ducha tibia, pero no helada. Debido a que el cuerpo asimila la temperatura templada a un buen descanso, y el cambio de temperatura al salir del baño es un excelente inductor natural del sueño.
5. No utilizar el aire acondicionado de noche, pero si lo hace es ideal mantenerlo a una temperatura cercana a los 22 grados, ya que si está demasiado fría la temperatura puede producir problemas como tos y sequedad de mucosas, y, por ende, despertarnos.
6. Evitar consumir alimentos que producen transpiración, conocidos como diaforéticos, como bebidas calientes, alcohol y alimentos picantes.
Fuente: Vital Comunicaciones