“Sin duda que hemos alcanzado importantes avances en la gestión realizada, pero también tenemos desafíos que cumplir. Uno de ellos, sin duda, es el referido a la Reforma de la Educación Superior que estamos esperando. No se avanza al ritmo que se requiere para alcanzarla, y observamos un camino errático y, a veces, incomprensible, que han tomado las autoridades del MINEDUC con las propuestas que han dado a conocer últimamente”, expresó el Rector.
Añadió que “como Universidad estatal, al servicio del país, todo cambio o reforma debe comenzar por nuestras instituciones. Somos del Estado, de la Sociedad entera, y nuestra misión es servir al país en lo que se refiere a la formación de nuestros jóvenes, a aportar en investigación y generación de conocimiento y vincularnos de la mejor manera con el medio en que estamos inmersos”.
Ayer (lunes 6), en el Aula Magna de la U. de Santiago, se desarrolló la ceremonia con la cual esa Casa de Estudios Superiores celebró sus 166 años “al servicio del país y de los jóvenes, especialmente los más vulnerables”, como expresó el rector, Juan Manuel Zolezzi Cid.
En su discurso, como único orador, Zolezzi expresó que “con el esfuerzo de todos y todas hemos logrado posicionarnos terceros a nivel nacional y decimoquintos en América Latina, según el Ranking de Universidades QS-2015”.
Además, puso de relieve que desde el año pasado, se cuenta con acreditación por seis años en todas las áreas, certificación otorgada por el Consejo Nacional de Educación, CNA; y el Plantel se ubica, en Chile, en el segundo lugar en patentamiento, de acuerdo al ranking nacional de INAPI.
Añadió que “al iniciar mis palabras dije que en este nuevo aniversario tenemos mucho que celebrar juntos. Nos encontramos entre las mejores universidades del país, nuestro quehacer respalda los avances significativos que nos han posicionado como líder en educación inclusiva de excelencia, con actividades de investigación y desarrollo de primer nivel y una gestión institucional a la vanguardia en el marco de las universidades nacionales”.
Destacó que es satisfactorio haber sido la primera universidad chilena en asumir la Vicepresidencia de la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo. Una honrosa designación que se cumplirá con todo entusiasmo, en vistas a acrecentar la movilidad estudiantil y académica entre las universidades que integran la AUGM.
Problemas
En sus palabras, el rector no eludió la estafa que sufrió nuestra Casa de Estudios Superiores.
“Ahora bien, en este periodo también hemos debido enfrentar problemas. Algunos graves que, afortunadamente, ya se han ido solucionando de la mejor manera para la Universidad. No cabe duda que lo ocurrido con el Edificio de Docencia, EDOC, ha significado un golpe no menor para todos. Sin embargo, en estos momentos estamos en proceso de licitación para reiniciar su construcción, luego de que la Contraloría General de la República tomara razón del decreto que puso término al contrato de obra, debido al incumplimiento del mismo por parte de la empresa que había sido seleccionada”, dijo.
“Deseo reiterar, una vez más, que las boletas de garantía fueron cobradas y depositadas en las cuentas bancarias institucionales, por lo que el patrimonio de la Universidad no fue dañado y ha sido cautelado adecuadamente. De manera enfática señalo que en este lamentable episodio que fuimos estafados, como institución, desde el Rector hasta el último de nuestros funcionarios, por una suerte de confabulación de actores internos y externos, individuos y empresas. Para enfrentar esta situación nos hemos querellado en el ministerio público y denunciado una eventual colusión ante la Fiscalía Nacional Económica por posible estafa, fraude y cohecho. Hemos ordenado los sumarios respectivos. Y lo haremos en todas las instancias pertinentes, si hubiera alguna en la cual aún no lo hayamos hecho”, añadió.
Fue enfático en sus palabras: “Nuestra universidad no es corrupta, tampoco los directivos; lo digo enfáticamente, al contrario de lo que sostienen algunos directivos gremiales y estudiantiles. Si ellos estaban acostumbrados a eso, lo lamento”.
Desafíos
La autoridad se refirió, también, a lo que viene.
“Sin duda que hemos alcanzado importantes avances en la gestión realizada, pero también tenemos desafíos que cumplir. Uno de ellos, sin duda, es el referido a la Reforma de la Educación Superior que estamos esperando. No se avanza al ritmo que se requiere para alcanzarla, y observamos un camino errático y, a veces, incomprensible, que han tomado las autoridades del MINEDUC con las propuestas que han dado a conocer últimamente”, expresó el Rector.
Añadió que “como Universidad estatal, al servicio del país, reitero que todo cambio o reforma debe comenzar por nuestras instituciones. Somos del Estado, de la Sociedad entera, y nuestra misión es servir al país en lo que se refiere a la formación de nuestros jóvenes, a aportar en investigación y generación de conocimiento y vincularnos de la mejor manera con el medio en que estamos inmersos”.
“Para cumplirlo, estamos sometidas a rigurosas normas y controles externos, debiendo dar cuenta de todo nuestro quehacer, cumplir con los procesos de acreditación y con exigentes estándares de calidad. No olvidemos, tampoco, que fuimos las instituciones de educación superior más castigadas por décadas, por un modelo neoliberal de libre mercado que abrió la puerta a otras que sólo han visto a la educación como un bien de consumo, que lucran y que no se han sometido a procesos de acreditación ni muchas tampoco alcanzan los estándares mínimos de calidad”, dijo a la concurrencia.
Añadió que “hoy, y cuando los recursos no son infinitos, sino al contrario, están muy acotados, las autoridades pertinentes proponen gratuidad poniendo en similares condiciones para ser beneficiarias a universidades estatales, públicas y privadas, sin exigir un mínimo de condiciones de las que nosotros debemos cumplir. Es, en este punto, que ratificamos que toda mejora debe partir por las universidades del Estado. Resulta esencial distinguir entre lo estatal y lo privado”.
Dijo que, “en lo personal, espero que nunca más se la entienda como un bien de consumo y, por ende, un producto que se transa en un mercado, sino como un derecho humano fundamental y esencial para el desarrollo y crecimiento del espíritu humano y del bien común de la nación. El Estado, además, debe centrar sus esfuerzos en la calidad, es decir, en regular cómo deben hacerse las cosas, con excelencia. Ello conlleva establecer un marco regulatorio y normas o estándares de exigencia”.
“Las universidades estatales nos destacamos por implementar políticas de inclusión y equidad. Nuestro carácter público hace inherente a nosotros el desarrollo de propósitos teniendo en cuenta la responsabilidad social y la pertinencia de la formación”, agregó.
Fuente: Comunicaciones USACH.