Santiago, Chile – 17 de mayo de 2023
Los cambios culturales no suceden solo con buenos pensamientos y declaración de intenciones, se requiere de acción, personalidad, coraje y compromiso. Necesitamos entrar en conversaciones incómodas y traer al frente lo que aún se encuentra poco visible en los patios traseros o basurales, lo que es protagonista de este día: el reciclaje.
Desafortunadamente, no hay buenas noticias. A pesar del aumento en la conciencia de los consumidores, los esfuerzos de las empresas y las regulaciones implementadas, la presencia de desechos de plásticos de un solo uso aumentó en 6 millones de toneladas métricas (MMT) adicionales el 2021. Es decir, se generaron 139 millones de toneladas métricas totales de estos desechos, en comparación con lo registrado en 2019. Para ilustrarlo mejor, este monto adicional correspondería a casi 1 kg por persona en el planeta.
Así se afirma en la última edición del “Índice de fabricantes de residuos plásticos 2023” elaborado por Minderoo Foundation, donde a pesar de proyectarse un crecimiento más moderado en la capacidad global de producción de este tipo de material, en comparación con períodos anteriores, se estima que se agregarán 60 millones de toneladas métricas adicionales para el año 2027. Nos resulta alarmante pensar en la actualización de estas cifras, tras la reactivación del consumo luego de la pandemia.
El fin del capitalismo desregulado se vislumbra como una necesidad urgente y, en su lugar, creemos que está cobrando fuerza la instalación de un capitalismo regenerativo, como la esperanza de un sistema en el que los países, las empresas y los organismos multilaterales trabajen en conjunto, aprovechando su capacidad de innovación para renovar ecosistemas, sociedades y la propia economía.
Es una oportunidad para crear modelos empresariales que respeten los límites planetarios, impulsen la equidad social y promuevan la inclusión. Al adoptar este nuevo paradigma, podemos construir un futuro en el que la economía se convierta en una fuerza regeneradora, que se comprometa con el respeto de la vida en todas sus expresiones, restaurando la salud de nuestro planeta y asegurando una existencia consciente de nuestra raza.
Muchas de las soluciones que necesitamos hoy dependen del desarrollo tecnológico y de la articulación entre distintos agentes. Viabilizar la circularidad es un movimiento complejo y colectivo, que demanda cooperación del consumidor, quien, cuando cuenta con opciones de recolección selectiva en su ciudad, tiene la responsabilidad de separar y destinar los residuos correctamente; de las empresas, que deben poner a disposición mecanismos que permitan inteligencia en el desarrollo de productos y empaques sostenibles; y de los gobiernos, a través del establecimiento de leyes y normativas que demarquen un rumbo de acción para todos los actores.
Juntos, podemos construir un futuro sostenible, donde el reciclaje sea una práctica arraigada en nuestra sociedad. Lo podemos lograr con acciones como el desarrollo y modernización de industrias que aborden la circularidad y a través de la consciencia del ciudadano, al considerar cada residuo como un insumo para otra cadena de valor. Al mismo tiempo, se debe valorizar correctamente los residuos, para que la labor clave de los recicladores base se recompense con ingresos dignos, que actualmente son muy bajos considerando el rol tan importante que tienen en nuestra sociedad. Este es el momento de actuar y hacer del reciclaje una prioridad y norma, para establecer una economía circular próspera y ambientalmente responsable.
Paola Nimo,
Gerenta de Sustentabilidad de Natura (Chile y Argentina)
Fuente: Público Porter Novelli