Cómo las pruebas rápidas pueden ayudar a identificar y diferenciar rápidamente los virus respiratorios, incluido el COVID-19, para tener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Ahora que entramos en una nueva temporada de resfriados, sabemos que la influenza y el COVID-19 son dos enfermedades virales que convivirán juntas. Entonces, frente a esta “twindemia” debemos mantenernos alerta ya que los virus continúan mutando.
En Chile, datos del Ministerio de Salud (MINSAL) señalan que desde que inició la pandemia hasta mayo de 2023, la cifra de casos confirmados asciende a 5.285.423. El reporte de casos del 8 de mayo registró 109 casos nuevos de COVID-19. Las regiones con mayor positividad en la última semana son la Región Metropolitana, Valparaíso, Coquimbo y BioBío[1]. Por otra parte, también entra en juego la influenza estacional, un virus que año con año va mutando y que muchas veces se confunde con resfriado común; pero lo cierto es que varios de estos casos se pueden complicar y terminar en hospitalización.
Ante esto, las autoridades sanitarias han exhortado a la población a continuar protegiéndose y sobre todo recomiendan estar atentos a la presentación de los primeros síntomas de cualquier infección respiratoria y dejar de lado la automedicación que puede complicar la salud del paciente.
Dado que la influenza, el COVID-19, y otras enfermedades respiratorias pueden presentar síntomas similares, se necesitan realizar pruebas diagnósticas para tratar de determinar el agente causante. Incluso las personas podrían estar infectadas con la influenza y con el virus que causa la COVID-19 al mismo tiempo, de aquí el valor de una prueba de diagnóstico diferencial respiratorio para identificar rápidamente el virus y recibir el tratamiento correcto.
Si una persona sospecha que tiene influenza o COVID-19 es importante que se quede en casa y agende una cita con un profesional de la salud para realizarse un diagnóstico a través de una prueba rápida como Panbio Covid-19/Flu A&B Rapid Panel (nasofaríngeo), la cual a través de la toma de una sola muestra, permite detectar el antígeno del SARS- CoV-2, influenza Tipo A e influenza Tipo B, lo que ayuda a diagnosticar y distinguir entre estos virus, de modo que el profesional de la salud, en caso de considerarlo necesario pueda prescribir el tratamiento adecuado o realizar la recomendación idónea.
El doctor Oscar Guerra, Director Médico de Diagnósticos Rápidos en Abbott, indica que “distinguir si tenemos el SARS- CoV-2 o el virus de la Influenza nos permitirá tomar decisiones terapéuticas y de aislamiento, evitando así mayores contagios en nuestra casa, en el trabajo y entre nuestros amigos, además de poder realizar un mejor monitoreo de la enfermedad”.
Reconoce los síntomas más frecuentes de la influenza y de la COVID-19
A diferencia del resfriado común, que aparece gradual y generalmente es leve, la aparición de la influenza suele ser repentina. Sus síntomas pueden ser similares a los síntomas de COVID-19, y puede ser imposible notar la diferencia sin realizar una prueba. Pueden variar un poco dependiendo de la edad de la persona, pero los síntomas típicos de la influenza[i] incluyen: fiebre que dura 3-4 días, escalofríos, dolor de cuerpo, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta, fatiga y nariz congestionada
Respecto al virus SARS-CoV-2, recuerda que los síntomas pueden aparecer entre 2 y 14 días después de que la persona se vio expuesta al virus. Entre los síntomas que son más específicos para la COVID-19 destacan: dolor muscular, dolores o molestias corporales; dificultad para respirar, pérdida del gusto u olfato, náuseas o vómitos y diarrea.
Prevención de la propagación de las infecciones respiratorias
En general, las enfermedades respiratorias se propagan cuando una persona infectada habla, tose o estornuda y otra persona respira el aire afectado. En menor medida, la propagación sucede cuando una persona infectada toca una superficie después de tocarse los ojos, la nariz o la boca y otra persona llega y toca esa misma superficie y luego sus ojos, nariz o boca.
Estos virus también pueden contagiarse directamente de las manos de una persona infectada a las manos de otra persona, como cuando se da la mano a alguien que ha tosido o estornudado recientemente.
Los virus de la influenza y del COVID-19 pueden vivir en superficies duras hasta por 48 horas. La limpieza y desinfección regulares de los lugares de trabajo, las escuelas y la casa son importantes, especialmente si alguien con quien la persona vive o trabaja está tosiendo o estornudando. Las precauciones de seguridad que tomamos durante la pandemia siguen siendo eficaces: vacunarse, lavarse las manos, quedarse en casa cuando se está enfermo y llevar mascarilla si se está en un lugar de alto riesgo.
[1] Ministerio de Salud. Reporte COVID-19. https://www.gob.cl/pasoapaso/cifrasoficiales/#datos
[i] CDC. Síntomas de la influenza y sus posibles complicaciones. https://www.cdc.gov/flu/symptoms/symptoms.htm
Fuente: Kreab.