Santiago, 8 de agosto de 2015 – Tras la muerte de Manuel Contreras, expresamos una vez más el compromiso irrestricto en defensa de los derechos humanos y una postura fuerte en contra del uso de la violencia política.
La experiencia chilena nos obliga a construir un posición sin ambigüedades y mostrarle al mundo lo que Chile ha aprendido duramente con su historia.
Este compromiso lo debemos tener transversalmente respecto de lo ocurrido en nuestro país y lo mismo sobre lo que ocurre actualmente en otros países hermanos. La dignidad humana es universal y su defensa debe ser asumida siempre.
En este sentido, en el día de hoy tenemos la convicción de que es necesario condenar la violación a los derechos humanos ocurrida en Chile, y particularmente aquellas articuladas por Manuel Contreras, ex director de la Dina condenado por los tribunales de justicia.
Si queremos transformar el respeto a los derechos humanos en un patrimonio universal en nuestro país y en su clase política, es necesario hacerlo siempre y en todo lugar.