Múltiples factores socioculturales ponen en los padres una presión constante y un sentimiento de no estar cumpliendo con los estándares sociales. Académica de educación de la USS explica esta tendencia y entrega recomendaciones.
Según un estudio realizado por el Parenting Research Centre de Australia, el 60 % de los padres no realizan actividades de manera frecuente para relajarse y recargar energías. Además, dos de cada cinco padres sienten que el cansancio afecta su capacidad para ser el tipo de padre que quieren ser, y casi la mitad de todos los padres piensan que no hay suficiente tiempo en el día para hacer todo.
Los altos costos de vida, extensos horarios de trabajo y pocas o a veces nulas redes de apoyo para conciliar las tareas de crianza, domésticas y laborales, no deja tiempo para actividades de goce personal. Sumado a esto, las expectativas y presión social respecto a lo que debiese ser una adecuada o correcta forma de criar, pone a los padres una presión constante, lo cual eleva los sentimientos de culpa y frustración que se traduce en el llamado Burnout Parental.
¿Qué hacer al respecto? Daniela Muñoz Iubini, académica de la Facultad de Educación de la Universidad San Sebastián y psicóloga, asegura que “es muy relevante que padres y madres comprendan que uno de los factores clave para proteger la infancia y cuidar su propio desarrollo y el desarrollo de niños y niñas, es el estado emocional de quienes crían; la capacidad de estos para empatizar, conectar y regular sus propias emociones y las emociones de sus hijos afecta directamente a la posibilidad de que estos se conviertan en futuros adultos con un óptimo desarrollo emocional”
En este contexto, Muñoz sugiere a padres no abandonar su propia salud: “destinar tiempo para salir con amigos, hacer algún deporte o incluso descansar, debiese considerarse una obligación básica de quien cría”, asegura.
Y complementa con una analogía que se utiliza en los aviones: “Ante cambios de presión, primero debe ponerse su mascarilla de oxígeno para luego poder ayudar a otra persona a ponerse la mascarilla”. “Esto quiere decir que, para poder criar, acompañar, educar a otro, primero debo tener resueltas las necesidades básicas propias y esa es una de las grandes deudas que tienen a acumular los padres que presentan Burnout Parental”, indica la docente.
Algunas recomendaciones de la académica de educación diferencial de la USS para lograr pequeños momentos de autocuidado para padres y madres son:
- Identifica cuáles son aquellos momentos en que tiendes a sentirte sobrepasado.
- Identifica los motivos por lo que en esos momentos te sientes sobrepasado.
- Anticípate a esos momentos incorporando en tu rutina pequeñas acciones que ayudan a llegar más calmado a esos momentos de estrés.
- Incorpora en tu rutina semanal al menos dos momentos (pueden ser pequeños, de 30 min o una hora) que puedas destinar a hacer una actividad placentera, por ejemplo, comer en silencio, escuchar música, hacer ejercicio, conversar con alguien, etc.
- Identifica tus redes de apoyo, a veces es complejo identificarlas, pero si logras identificarlas, ¡úsalas!
- Aprende a identificar aquellas tareas que puedes delegar y delégalas.
“A veces creemos que las acciones de autocuidado implican de mucho tiempo, o de mucho dinero; sin embargo, el incorporar pequeños hábitos saludables, como tomar agua, acordarnos de parar y respirar, o incluso comer sentados, puede transformarse en un gran aliado de mi propio autocuidado, especialmente durante los periodos de crianza de niños pequeños”, finaliza Muñoz.
Fuente: USS.