Esto, luego que la sequía dejara al 60% de los cultivos de la IV Región estuvieran sin agua durante las cosechas. Las reservas de recurso hídrico dejadas por las precipitaciones, sin embargo, “son solo para la temporada que viene y no resuelven el problema de la sequía”, aclaró María Inés Figari, directora de Fedefruta y presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN).
Martes 11 de agosto, 2015 – Con la cantidad de agua caída en Coquimbo tras el temporal, “tenemos para regar la próxima temporada como en un año normal”, afirmó la directora de Fedefruta y presidente de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), María Inés Figari.
A pesar de haber daños -por viento y caída de árboles- en algunos invernaderos e instalaciones frutícolas, y enfatizar en que el paso del importante sistema frontal no acaba con la sequía que golpea a la zona desde hace una década, Figari indicó que “estamos muy contentos con las lluvias, porque se pudo encausar bien el agua, no tuvimos ninguna bajada o crecida de río demasiado grande, así que el resultado la verdad ha sido bastante positivo para el agro de la región de Coquimbo”.
Por ejemplo, en la provincia del Limarí, la más afectada a nivel nacional, financiero, productivo y social por la escasez hídrica, se registran más de 160 milímetros de agua, “lo que corresponde a un poco más de lo que tenemos durante un año normal”, afirmó la dirigente gremial. Además, en la cordillera, lograron acumularse más de dos metros y medio de nieve. Dichas reservas de agua, sin embargo, “son solo para la temporada que viene y no resuelven el problema de la sequía”, aclaró.
María Inés Figari recuerda que el 60% de los cultivos en Coquimbo no tuvieron ni han tenido agua previo a este temporal, “por ahora estamos analizando si los sectores que no tuvieron riego pueden volver a activarse lentamente en lo productivo con estas lluvias”, agregó. “Por lo pronto, estamos felices ya que hemos recuperado nuestra condición de agricultores, que podemos seguir trabajando la tierra que queremos”.
Datos
Tras las lluvias, los embalses en Coquimbo han logrado acumular cantidades de agua que si bien no solucionan la problemática de la sequía, ayudarán al menos a sortear la temporada agrícola 2015-2016 de la región. Así, mientras que el embalse La Paloma registra 30 millones de metros cúbicos (según regantes de la zona que esperan además un deshielo de que traiga otros 20 millones a dicha infraestructura), el de Cogotí ya cuenta con 15 millones, y el de Recoleta, con 11 millones.
La Sociedad Agrícola del Norte informó que, a nivel regional, hay más de 100 millones de metros cúbicos acumulados, es decir, 40 millones más que en la misma época del año pasado.
Por último, sobre el impacto negativo del sistema frontal, María Inés Figari recalcó que “el costo de la pérdida que estábamos teniendo por la sequía, que hasta la fecha va en US$1.600 millones, es muy superior a lo que pudo haberse dañado ahora”. De esta manera, la SAN espera que con estas lluvias, la banca permita a los agricultores solicitar la repactación de deudas que tienen hoy por la sequía, y que puedan obtener capital de trabajo para sacar adelante la temporada venidera que contará con riego suficiente para subsistir.
Fuente: Comunicaciones Fedefruta.