CMPC y su aporte
Francisco Rodríguez, subgerente de Producción de Plantas de Forestal Mininco de Empresas CMPC, recuerda que 2006 la empresa inició el programa, cuyo objetivo ha sido apoyar a organismos públicos y privados en la recuperación de esta especie
El proceso comenzó con seis plantas de toromiro en maceta, ejemplares que el Jardín Botánico de Viña del Mar poseía y que en una alianza inicial, envió al vivero para comenzar los estudios preliminares.
En el vivero, se rescató el material genético necesario y junto a la Pontificia Universidad Católica de Chile se inició el estudio de genética molecular para certificar que la especie era 100% Sophora toromiro. Con esta certeza, en 2008 se comenzó a trabajar en los protocolos de propagación y posterior masificación de las semillas. La línea o forma de propagación escogida fue injerto de Sophora toromiro sobre patrones de otra especie del mismo género, en este caso Sophora cassioides (Pelú).
Hacia el 2011 ya se contaban con mil unidades de plantas, las que fueron enviadas para su plantación a la Reserva Nacional Lago Peñuelas, ubicada en la región de Valparaíso. Al año siguiente, se estableció en la reserva un huerto semillero, que buscaba la producción de semillas para su envío a Isla de Pascua y posterior viverización. Todo esto enmarcado en un convenio entre Forestal Mininco y CONAF.
En 2013, el huerto semillero de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, ya contaba con cantidad suficiente para su envío a Isla de Pascua, donde CONAF inició un plan de trabajo para la reinserción de la especie.
El Programa de recuperación de Material Genético de Sophora toromiro ha concluido en el vivero Carlos Douglas de Forestal Mininco y como parte del resultado, actualmente se encuentran resguardadas más de cuatro mil semillas, material genético que servirá para futuras acciones de propagación que se requieran. De las seis plantas originalmente recibidas por Forestal Mininco para el desarrollo de este programa, dos han sido plantadas en el parque Jorge Alessandri, ubicado en la ciudad de Concepción y se han vuelto parte importante del paisaje.
El árbol
Los primeros registros de la existencia del toromiro datan de 1774 y se deben a expediciones europeas por los mares del sur. Ya en 1911 se le describía como muy escaso y el último ejemplar, que sobrevivía en el cráter del volcán RanoKau, se extinguió en 1960. Antes, Thor Heyerdahi (en la expedición de 1955-1956) recogió sus semillas y las llevó al Jardín Botánico de Gotemburgo, en Suecia, donde se consiguieron dos plantas madre que produjeron nuevas semillas.
En 1954 del Ministerio de Agricultura, Efraín Volosky colectó semillas del último toromiro y algunas de ellas se enviaron al Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar donde germinaron 100 plantas; de las 98 que vivieron se llevaron 9 a Isla de Pascua y las demás se repartieron en Santiago, en Universidad de Concepción y en el Arboretum de la Universidad Austral de Chile.
En el Jardín Botánico de Bonn, en Alemania, hay un ejemplar de Sophora toromiro, aunque su origen exacto no está registrado.
Fuente: Prensa Corma.