- La preocupación sigue concentrándose en la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano plazo, frente al riesgo de presión política y social por un mayor gasto.
Santiago, 13 de julio del 2023.- En medio de la decreciente incertidumbre política tras el referéndum y luego de la conformación de un organismo constituyente más moderado, minimalista y promercado, el holding financiero, Credicorp Capital, espera una evolución económica débil en el segundo trimestre del 2023. Esto, según su más reciente Reporte Macroeconómico Trimestral, publicado por equipo de Research de Credicorp Capital.
Esta proyección menos alentadora se da sobre todo en lo concerniente al consumo privado. Pese a ello, la empresa también tiene expectativa de un crecimiento positivo en el segundo semestre. Además, en el mismo periodo, se espera una disminución en la inflación y la firma revisa a la baja su estimación de este indicador a final de año (4.4%).
Entretanto, la preocupación sigue concentrándose en la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano plazo, frente al riesgo de presión política y social por un mayor gasto. Entretanto, se mantiene la expectativa de que el peso chileno cierre el año en 770, con respecto al dólar.
A nivel LATAM
El reporte Credicorp Capital también presenta proyecciones para la región andina, incluyendo actualización de sus perspectivas macroeconómicas para Perú, Colombia, Chile, Brasil, Argentina y México, y un diagnóstico general del estado de la economía global.
A nivel global, “todavía existe mucha incertidumbre por el endurecimiento de las condiciones financieras y la alta probabilidad de fenómenos climáticos como El Niño global, la economía mundial ha demostrado una mayor resistencia de la esperada. Sin embargo, los retos persisten, sobre todo en las economías andinas, que aún enfrentan una alta incertidumbre relacionada a las condiciones políticas de la región”, comentó Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.
En cuanto a la economía de Perú, pese a un repunte en la segunda mitad del año por la mayor confianza empresarial frente a un contexto sociopolítico más estable, una inflación decreciente y una recuperación de sectores como el turismo, el holding recortó su proyección del crecimiento del PIB de 1.8% a 1.3% para este año. Además, espera un descenso más marcado de la inflación a partir de junio y pronostica que estará por debajo del 6% a partir de agosto o septiembre y que cerrará el 2023 en 4.8% o menos.
Por parte de Colombia, el país registró un consumo privado saludable, un consumo público más fuerte y la contribución de las exportaciones que llevó su PIB por encima de las expectativas iniciales alrededor del 2%. Sin embargo, el reporte de Credicorp Capital indica una desaceleración en los próximos trimestres debido a ajustes en la inversión y el consumo privados, a causa de las condiciones financieras ajustadas, los precios elevados, impuestos altos y una mayor incertidumbre política, esperando que la economía colombiana crezca en 1.6% este año.
En lo que concierne a la inflación, esta alcanzó su punto máximo en marzo y se espera una reducción gradual en los próximos meses, aunque se pronostica que se mantendrá por encima de la meta trazada por el Banco de la República.
En Argentina, persiste la preocupación por la aceleración de la inflación y la profundización de los desbalances económicos observados en los últimos años, explicada por el desequilibrio de las cuentas fiscales, que ha estancado la economía. Entretanto, la desaprobación del oficialismo puede llevar a un cambio en la dirección política del país en las próximas elecciones de octubre, aunque los retos para el próximo gobernante serán considerables.
Por su parte Brasil, se ha visto beneficiada por la mayor producción de bienes agrícolas y mineros y por la mayor demanda china por estos productos. Así, el crecimiento en el primer trimestre se aceleró, superando las expectativas. Con ello, la proyección del crecimiento del PBI para este año es de 2.4%.
Finalmente, en México, el panorama luce más claro y seguro. El PBI creció más de lo esperado en el primer trimestre y el consumo privado ha dado muestras de resiliencia, reforzado por los flujos de remesas y la solidez del mercado laboral. Aun así, por la política monetaria restrictiva y la menor demanda externa se espera una desaceleración en los próximos trimestres.
Fuente: Llorente y Cuenca