- Los expositores del seminario “Efectos de la sequía en la Quinta Región” calificaron como un alivio momentáneo las lluvias de la semana pasada.
Después de una lluvia torrencial como la de la semana pasada, mucha gente pensó que la sequía era tema del pasado, pero no es así. En Santo Tomás Viña del Mar se llevó a cabo el seminario “Efectos de la sequía en la Quinta Región”, organizado por la carrera de Técnico Agrícola y Ganadero, y los expositores coincidieron en señalar que las últimas precipitaciones son solo un alivio momentáneo. Es más, acusan que el episodio dejó en evidencia la necesidad de invertir en infraestructura para poder conservar el vital elemento.
Roberto Tapia, jefe de la carrera Técnico Agrícola y Ganadero, quien además fue el anfitrión del encuentro, comienza declarando que “hay una confusión entre sequía y escasez hídrica, que es cuando no tenemos aguas subterráneas. Con esta lluvia las napas subterráneas no se abastecieron, el agua escurrió, en Nogales entró menos de 25 centímetros, abajo sigue seco”.
Y si bien advierte que “el problema no se ha superado”, reconoce que “la lluvia fue útil porque vamos a tener cultivos en la agricultura, pero en esta región no hay ninguna inversión para contener las aguas… y las aguas se fueron por el río Aconcagua al mar”.
Lo mismo opina Pedro Sariego, ex seremi de Obras Públicas, quien participó como expositor. “Lo malo es que llovió y la gente como que se olvida de todo, pero hablando de la sequía profunda, el panorama mejoró poco, muy poco. Para que las napas se recuperen debería llover cuatro años de esta manera, eso refleja lo que nos falta para volver a una situación de normalidad”, señala.
“Es verdad que el agua ya se está perdiendo, yendo al mar. Mientras no haya infraestructura hídrica, embalses, etcétera, esto va a seguir pasando. Hay que hacer obras públicas, lo que no se ha hecho en 80 años en la región”, continúa. ¿Quién es el responsable? “Todos, el Estado y los privados también porque no han invertido”, responde, acotando que “si nos comparamos con la Cuarta Región, la capacidad de embalse que tenemos acá es minúscula”.
Algo más optimista es Santiago Matta, gerente de la Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del río Aconcagua, quien opina que “estas lluvias fueron bastante positivas, logramos tener caudales en el río que hace mucho tiempo no teníamos. Además hubo precipitación de nieve y eso es súper positivo porque la nieve es nuestro embalse natural, ya que no tenemos embalses artificiales. Y por otro lado, hay una infiltración de las napas que no se producía hace muchos años. Nosotros pensamos que si viniera una lluvia más, podríamos pasar bastante bien este verano”.
Finalmente, Rodrigo Osorio, subgerente de Planificación de Esval y Aguas del Valle, entrega cifras y datos sobre la situación actual: “sigue habiendo un déficit de precipitaciones en la región, tenemos un 37% de déficit en relación a un año normal, la nieve también está más baja que en un año normal, el nivel del embalse Los Aromos está igual que el año pasado, Peñuelas está a un siete por ciento de su capacidad total de almacenamiento, por lo tanto seguimos en estado de alerta”.
¿Sirvieron en algo las lluvias de la semana pasada? “Sí, la situación es mejor y esto nos dio un respiro, pero tenemos que seguir realizando una serie de medidas para satisfacer el consumo de nuestros clientes. Si nos quedamos de brazos cruzados, vamos a estar en una situación complicada”, responde.
En cuanto a las medidas a tomar, indica que “una es que debemos hacer pozos en las cercanías de la planta de Concón, y otra medida que apunta a hacer más eficiente el uso del embalse Los Aromos es impermeabilizar el estero como una obra provisoria”.
Fuente: Comunicaciones Santo Tomás Viña del Mar.