- Esta alteración metabólica se detecta en la mayoría de los casos entre la semana 24 y 28 de gestación. Una mujer tiene mayor riesgo de presentarla si tuvo diabetes gestacional en un embarazo previo, si tiene sobrepeso u obesidad, si posee antecedentes familiares de primer grado de diabetes mellitus tipo 2 y/o si es mayor de 30 años.
- No abordarla de manera adecuada puede producir complicaciones en el hijo o hija como macrosomía fetal, prematurez, trastornos respiratorios, hipoglicemia neonatal , entre otros. A largo plazo se ha descrito mayor riesgo de obesidad, diabetes e hipertensión arterial. También existen riesgos maternos como el trauma obstétrico, con una mayor tasa de cesárea.
Los cambios que sufren las mujeres en su cuerpo durante el embarazo son muchos y de diversa naturaleza. Uno de ellos es el aumento de la resistencia a la insulina generada por la placenta, lo que potencialmente puede dar paso a la diabetes gestacional (DG) que, por lo general, se diagnostica entre el segundo y tercer trimestre de gestación. Por eso, en el marco de la semana de la Lactancia Materna, se invita a tomar conciencia sobre esta patología que puede generar algunas complicaciones futuras si no se aborda de manera adecuada.
“En Chile se mantiene la tendencia mundial sobre diabetes gestacional, afectando al 10% de las embarazadas. Es una alteración de cuidado, para evitar problemas futuros del bebé y mayores complicaciones durante el período de gestación”, dijo la doctora experta en diabetes, Cecilia Vargas.
Una mujer tiene mayor riesgo de presentarla durante un embarazo si tiene los siguientes antecedentes: haber tenido diabetes gestacional en un embarazo previo, tener sobrepeso u obesidad, haber presentado una ganancia significativa de peso en el embarazo, poseer antecedentes familiares de primer grado de diabetes mellitus tipo 2 (padres, hermanos) y/o ser mayor de 30 años.
“La detección de la diabetes gestacional se realiza mediante un examen de tolerancia a la glucosa entre las 24 y 28 semanas de embarazo, que si es necesario, se repite a las 32 semanas cuando existen factores de riesgo. La prueba se debe realizar con la toma de una muestra de sangre venosa para la medición de glucosa tras ayuno de 8 horas, luego se da a ingerir un líquido con 75gr de glucosa, y tras 120 minutos de espera, se realiza la toma de una nueva muestra de sangre para medir la glicemia post ingesta”, cuenta la especialista.
El abordaje de la DG se realiza a través de una dieta balanceada, indicación de actividad física y con controles periódicos de los niveles de azúcar en la sangre. No obstante, existe un porcentaje de mujeres que pueden requerir tratamiento con insulina.
La Doctora Cecilia Vargas afirma que “el tratamiento de la diabetes gestacional no es complicado, pero es importante para evitar complicaciones futuras en la vida de la madre y del recién nacido. Cuando se aborda de manera correcta y siguiendo las recomendaciones del médico, esta enfermedad desaparece con el nacimiento del bebé y en la mayoría de los casos, no hay complicaciones futuras”.
Tratar a tiempo y de manera correcta la diabetes gestacional evita problemas en el embarazo y parto tales como la preeclampsia; macrosomía fetal, prematurez; distocia de hombros; muerte perinatal; hipoglicemia neonatal y otras complicaciones posteriores al embarazo como hipertensión, dislipidemia o enfermedades cardiovasculares. También existen riesgos maternos como el trauma obstétrico, con una mayor tasa de cesáreas.
Un aspecto muy relevante que se debe recalcar, es que aquella mujer que presentó diabetes gestacional en un embarazo, tiene un riesgo que la acompañará toda la vida, de presentar diabetes mellitus tipo 2. Es por esta razón que debe ser reevaluada entre las 6 a 8 semanas después del parto con una nueva prueba de tolerancia a la glucosa para pesquisar prediabetes o diabetes, y luego mantener un seguimiento anual de su condición metabólica. Simultáneamente, se debe implementar un estilo de vida saludable y estrategias de control de peso si son pertinentes.
Fuente: Vital Comunicaciones.