Expertos aseguran que realizar actividad física constantemente y contar con una dieta equilibrada y saludable, ayuda a proteger el corazón ante diversas enfermedades.
Santiago, agosto del 2023.- Cada agosto se conmemora un nuevo mes del Corazón, fecha que tiene como objetivo visibilizar las problemáticas asociadas a las enfermedades cardiovasculares (ECV), las cuales corresponden a una de las principales causas de muerte en Chile.
Sin embargo, esta enfermedad, se puede prevenir a través de hábitos saludables como la actividad física y la alimentación. Por ello, dos especialistas, una nutricionista y un entrenador, explican cómo prevenir estas enfermedades.
En ese sentido, Sergio Morales, especialista en entrenamiento y gerente de sede de Smart Fit Chile, asegura que la actividad física puede ser un gran aliado para la salud cardiovascular. “Cuando la actividad física es dirigida bajo estándares científicos, trae consigo una serie de beneficios que van desde reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hasta disminuir la magnitud de la lesión producida en un ataque cardíaco; lo que se traduce en el aumento de la calidad y la expectativa de vida. Dado lo anterior, se hace tan necesario entrenar de manera permanente para llevar una vida saludable”, explica.
“Este entrenamiento puede estar enfocado en distintos objetivos, pero lo importante es que las personas sepan que se puede “entrenar para la vida” mejorando la calidad de esta y previniendo un gran número de enfermedades, incluyendo las cardiovasculares”, agrega.
Respecto a los ejercicios que más ayudan a mantener un corazón saludable, el ejecutivo explica que es importante que la actividad física se haga de manera regular y a una intensidad determinada, abarcando rangos de intensidades bajas (estiramientos, yoga, tai chi, caminar y pedalear), a rangos de intensidades altas (carreras, saltos, lanzamientos y levantamientos de peso). “Estas actividades físicas deben agrupar ejercicios según el nivel de condición física y ser prescritos por un profesional, el cual diseñará un programa de entrenamiento que permita estimular adecuadamente el sistema cardiovascular”, argumenta.
Pero ¿qué pasa si la persona ya tiene una enfermedad cardiovascular?, ¿puede hacer deporte sin poner en riesgo su salud? En ese sentido, el especialista explica que “es ideal que en estas condiciones, luego del diagnóstico de la enfermedad cardiaca, se comience con el tratamiento médico. Y si dentro del tratamiento se prescribe ejercicio, luego del cardiocheck realizado por el cardiólogo, este debe ser monitoreado y dosificado”.
Por último, el ejecutivo asegura que una de las principales causas de ECV es el sedentarismo. En ese sentido, explica que una vida sedentaria, es cuando se evita el movimiento en los desplazamientos, abusando del uso de automóviles u otros medios de transporte que requieren el mínimo esfuerzo.
Por su parte, Carolina Espejo, nutricionista de la Universidad de Valparaíso, explica que, al igual que la actividad física, la alimentación juega un rol crucial en la prevención de este tipo de enfermedades. Por ello, entrega sus recomendaciones para elegir alimentos que ayudan a prevenir y combatir las ECV.
Optar por grasas insaturadas, como las que se encuentran en el aceite de oliva extra virgen, palta, frutos secos, nueces, almendras, pescado graso (como salmón, trucha). Estas grasas saludables pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y mantener las arterias más flexibles.
Aumentar la ingesta de fibra, como frutas, verduras, legumbres. Ayudan al colesterol total y a mantener un peso saludable.
Limitar el consumo de sodio, reduciendo la cantidad de sal en la dieta, ya que el exceso puede elevar la presión arterial. Leer las etiquetas de los alimentos procesados y tratar de cocinar en casa con ingredientes frescos para tener un mejor control sobre el consumo de sal.
Elegir proteínas magras, como pollo sin piel, pavo y productos lácteos bajos en grasa. Limitar el consumo de carnes rojas y procesadas a 1 vez cada dos semanas.
Limitar el consumo de azúcares añadidos, reduciendo la ingesta de alimentos y bebidas. El exceso puede contribuir al aumento de peso y a problemas de salud relacionados con el corazón.
Incluir en la dieta granos enteros, tales como avena, quinoa, arroz integral, pasta de trigo integral, etc. Los granos enteros son ricos en fibra y nutrientes que pueden ayudar a mantener un corazón saludable.
Controlar el tamaño de las porciones –evitando el exceso de calorías– y beber suficiente agua a lo largo del día.
Fuente: Parla.