Instaurada en diciembre de 2022, la iniciativa aborda las brechas de aprendizaje en torno a la lectura. Actualmente, organizaciones de todo Chile forman parte de la red que realizó su cuarto encuentro este martes en el Centro Cultural La Moneda, en el que distintas instituciones dieron a conocer sus experiencias y abordaron los desafíos que enfrentará la Red a futuro.
Con la presencia de más de 90 personas, de 40 organizaciones que forman parte de la alianza, se llevó a cabo el cuarto encuentro de la Red “Por un Chile que Lee”, iniciativa que busca aportar con propuestas para enfrentar las brechas de aprendizajes en lectura de los estudiantes y que se prepara para constituirse como corporación con el objetivo de formalizarse como organización.
Además de dar cuenta de la labor realizada por las siete mesas de trabajo que conforman la red, el foco del encuentro –realizado en el Centro Cultural La Moneda- fue reflexionar y definir los desafíos futuros a los que debe hacer frente esta alianza y cómo impactar concretamente en los niveles de lectura de los niños del país. Así es como algunasde las mesas ya trabajan en la generación de instrumentos que permitan la medición y evaluación de distintos aspectos de la lectura en estudiantes en etapas tempranas.
Entre las iniciativas que trabaja la red están la creación de un manual de enseñanza de lectura para escuelas de pedagogías y la elaboración de instrumentos que midan la fluidez lectora, con la intención de pilotearlo con estudiantes. Además, la iniciativa lideró la campaña masiva “1000 fotos, 1000 lecturas para compartir”.
En la instancia, Carolina Andueza, presidenta del Comité Ejecutivo de “Por un Chile que Lee” y directora ejecutiva de la Fundación CMPC, resaltó la importancia de la red y de estos encuentros para definir la hoja de ruta y los recursos que utilizarán. “La verdad es que hay una deuda histórica con la lectura de los niños, niñas y adolescentes de Chile, pero ahora estamos en una situación todavía más crítica después de la pandemia. Queremos constituirnos como una corporación y, a través de esta personalidad jurídica, acceder a fondos, membresías y financiamiento para poder proyectarnos con sostenibilidad a largo plazo y así poder impulsar nuevas iniciativas, seminarios, manuales. La idea es poder compartir todo el conocimiento que hay instalado en cada una de estas organizaciones y transformarlo en un conocimiento colectivo como país”. Actualmente la red “Por un Chile que Lee” está compuesta por más de 120 organizaciones de todo el país.
Por su parte, la coordinadora del área de Educación de la Fundación Olivo, Constanza Severín, quien también es parte de la mesa de Financiamiento y Alianzas de “Por un Chile que Lee”, explicó que “esta red en particular ha sido de una convocatoria muy amplia, muy democrática. Se han ido conformando mesas según temas y objetivos de cada una de las organizaciones y eso ha significado la creación de nuevas mesas. Eso provoca que haya muchas motivaciones, porque se convocan muchas instituciones de distintos ámbitos y el objetivo central está muy claro. Por eso se sostiene en el tiempo”.
El encuentro también incluyó los paneles “Experiencias de Lectura” y “Las mesas conversan”. En el primero, las fundaciones AraucaníAprende, Belén Educa, Alma y La Fuente, compartieron sus aprendizajes sobre esta área para luego pasar al segundo conversatorio, en el que distintos actores de la Red pudieron exponer sobre, los desafíos futuros que enfrenta la organización, entre ellos, el poder establecer un mecanismo para conocer dónde están los casos más urgentes de niños con problemas en aprendizaje de lectura, fortalecer el trabajo público-privado, posicionar a “Por un Chile que Lee” como referente nacional en materia de lectura y materializar las iniciativas en la sala de clases que se desarrollan en la red.
El objetivo de la iniciativa y de estos encuentros es continuar con la labor de generar sinergias e iniciativas para lograr que los niños comprendan lo que lean y gocen con la lectura. La jornada se desarrolló en el Centro Cultural La Moneda, tras tener tres encuentrosprevios en dependencias del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, en la Universidad Católica y en la Universidad de los Andes.
Fuente: Nexos.