Encuentro con más de 600 personas vinculadas al mundo de la agricultura y la semilla se realizó la semana pasada en el casino Monticello.
“Semillas: la base de la seguridad alimentaria”. Ese fue el lema bajo el que se realizó la tercera edición del Congreso Nacional de Semillas, instancia que reúne a los principales actores del rubro en nuestro país.
Tras cuatro años sin poder reunirse -y una postergación producto del sistema frontal que en junio afectó severamente a la zona centro y sur del país-, el encuentro organizado por la Asociación Nacional de Productores de Semillas (ANPROS A.G.) congregó a más de 600 profesionales, colaboradores, autoridades, proveedores y académicos, entre otros.
En la ocasión, el énfasis estuvo puesto en la importancia que tiene el rubro en la tarea de proveer la alimentación a los chilenos, asegurando la calidad y la nutrición a través de la semilla y la producción de nuevas variedades. Todo esto, con foco en la sustentabilidad, la innovación y el desarrollo.
En este sentido, el presidente de ANPROS, José Ignacio Salazar, advirtió que uno de los desafíos que debe enfrentar nuestro país y el mundo es el crecimiento exponencial de la población. “En el año 2030 tendremos dos billones más de personas demandando alimentos, por eso, es fundamental el foco de producir más con menos recursos, de manera de garantizar la seguridad alimentaria para todos”.
Salazar entregó, además, su reflexión sobre la vulnerabilidad del quehacer semillero y agrícola. Dicha característica, afirmó, “pone en evidencia que la producción de alimentos es vital y que puede fallar, afectando la necesidad básica de todo ser humano, que es el acceso a los alimentos”.
El titular de ANPROS planteó también que otro factor que pone en riesgo la producción de alimentos es el cambio climático. Sobre el punto, recordó que, recientemente, nuestro país se vio azotado por dos sistemas frontales que provocaron la inundación de predios agrícolas en la zona centro y sur de Chile. “Hay quienes todavía ponen en duda, o al menos no le otorgan el sentido de urgencia que merece, a esta realidad que la ciencia nos advierte”, advirtió Salazar, y añadió que “el trabajo con las nuevas variedades facilita la resiliencia de la semilla y, por ende, de los alimentos frente a catástrofes como el exceso de lluvia o la sequía”.
A los desafíos planteados por Salazar, el director ejecutivo de ANPROS, Mario Schindler, añadió un tercero: “tener un marco regulatorio moderno, basado en la ciencia, que pueda generar la seguridad alimentaria para el país y que permita el desarrollo de nuestras exportaciones”.
En la misma línea, Cristián Muñoz, presidente de Hortach, afirmó que es “imperante” una política que sea coherente con la realidad que enfrentan los semilleros y agricultores del país, “además de la necesaria colaboración entre el sector público y privado para impulsar el crecimiento y competitividad de la industria”.
Sobre este punto, el diputado Benjamín Moreno, precursor de la Bancada del Campo, y también expositor invitado, afirmó que “las políticas públicas relacionadas al mundo semillero tienen que construirse de la mano con los gremios, ya que no se puede legislar con buenas intenciones, ignorando el conocimiento práctico”. El legislador, señaló, a su vez, que el Estado debe contribuir al correcto desarrollo del sector agrícola a través de proyectos de ley que lo promuevan y resguarden.
En la instancia expusieron también Michael Keller, secretario general de la Federación Internacional de Semillas (ISF); Francisca Castillo, directora ejecutiva de NeoCrop Technologies, y Bernardo Pollak, CEO de Multiplex SPA.
Fuente: Vía Central.