Las vacaciones de Acción de Gracias en Estados Unidos suelen ser motivo de tranquilidad y
de falta de volatilidad en los mercados, y la semana pasada no fue una excepción. Los
índices PMIs de actividad empresarial de la eurozona y el Reino Unido, el primero débil y el
segundo más fuerte de lo esperado, fueron los principales impulsores del mercado. En
consecuencia, la libra cotizó ligeramente al alza frente al euro y al dólar estadounidense. Las
divisas de los mercados emergentes, al igual que los activos de riesgo, fluctuaron sin una
tendencia o tema claros, y en su mayoría, terminaron la semana con un 1% o menos de
diferencia con respecto al punto de partida.
Esta semana la atención debería volver a centrarse en los datos, en particular en los
relativos a la inflación. El jueves se publicarán los datos preliminares de inflación de la
eurozona correspondientes al mes de noviembre, el indicador más relevante ahora mismo.
El mismo día se publicará el informe de inflación del PCE de EE.UU. relativo a octubre. A
falta de reuniones de política monetaria de los principales bancos centrales, varios
miembros de la Fed, el BCE y el BoE hablarán en público. La gran pregunta para los
mercados de divisas es si la fuerte caída del dólar puede continuar en ausencia de señales
más claras de fortaleza económica fuera de EE.UU. En nuestra opinión, es posible que el
billete verde haya caído demasiado y muy rápido.
CLP
El peso chileno avanzó frente al dólar la semana pasada, ya que el entorno mundial se volvió
más favorable y las últimas noticias procedentes de China impulsaron a las divisas
relacionadas con las materias primas y los activos de riesgo en general. El precio del cobre
cotiza ahora cerca de máximos de septiembre de 2023, un claro factor de apoyo para el
peso. Sin embargo, la política monetaria es de mayor importancia para la futura evolución
de la divisa y los participantes del mercado tienen poca confianza en los próximos pasos del
BCCh.
Esta semana se perfila como importante para el CLP. Además de los factores externos de
alto impacto, como las tasas de inflación de la eurozona y EE.UU., se publicarán una serie de
datos interesante en Chile. El miércoles se dará a conocer la tasa de desempleo, pero el
plato fuerte será al día siguiente, cuando se publique la producción industrial y las ventas
minoristas relativas a octubre, así como el indicador de actividad IMACEC el viernes.
BRL
La semana pasada fue especialmente difícil para el real brasileño, que consolidó las pérdidas
frente al dólar, el euro y la libra, ya que los datos fueron más bien positivos en estas
regiones y las noticias locales no hicieron sino aumentar las preocupaciones. En el panorama
local, los debates políticos mantuvieron en vilo a los inversores. Además del debate sobre el
objetivo fiscal para 2024, las noticias sobre la exención del impuesto sobre nóminas y el
aumento del impuesto ICMS suponen un riesgo para la estabilidad del país. Esperamos que
el BRL mantenga su buen comportamiento, aunque ciertas noticias locales podrían poner en
riesgo la apreciación del real.
Esta semana, los datos de inflación de todo el mundo serán el plato fuerte en los mercados
de divisas. Se espera que el (martes) confirme una ralentización de la inflación anual por
debajo del 5%. Sin embargo, los índices de precios al consumo de EE.UU. y la eurozona del
jueves serán aún más importantes para los mercados.
EUR
Los índices PMIs preliminares siguen apuntando a una contracción económica en el cuarto
trimestre en la eurozona, lo que confirmaría una recesión técnica tras la contracción del PIB
del tercer trimestre.
El BCE espera que el informe de inflación relativo a noviembre de esta semana alivie un
poco el pesimismo, ya que se espera que tanto el índice general como el subyacente
vuelvan a caer significativamente, hasta situarse justo por debajo del 4% en este último
caso. Sea cual sea el resultado, la subida del euro frente al dólar de noviembre será difícil de
mantener a menos que la economía de la eurozona empiece a dar señales de vida.
USD
Durante la semana de Acción de Gracias, en la que los datos fueron escasos, el dólar cotizó
en base a los acontecimientos en otros lugares. Los datos de segundo orden publicados la
semana pasada pueden haber servido para retrasar las expectativas de recortes de tipos.
Las peticiones semanales al subsidio por desempleo cayeron bruscamente, lo que
desmiente la hipótesis de un enfriamiento de las condiciones del mercado laboral, mientras
que las expectativas de inflación de los consumidores volvieron a subir.
Sin embargo, los datos de inflación del PCE que se publican esta semana serán una prueba
más significativa de si la tendencia desinflacionista se mantiene a pesar de la fortaleza del
mercado laboral y la preocupación de los consumidores por la inflación.
GBP
Los índices PMIs de actividad empresarial dieron una importante sorpresa positiva en el
Reino Unido la semana pasada. El índice compuesto repuntó hasta situarse por encima del
nivel de 50, que indica expansión, lo que contrasta con las cifras más sombrías publicadas al
otro lado del Canal de la Mancha.
La modesta expansión, la inflación pegajosa y el estímulo fiscal anunciado recientemente
por el gobierno probablemente significan que el Banco de Inglaterra se mostrará reacio a
bajar los tipos a corto plazo. La libra subió frente a la mayoría de las principales divisas, y
creemos que tiene margen para seguir haciéndolo frente al euro.
JPY
El yen fue la divisa del G10 con peor rendimiento la semana pasada y se depreció con fuerza
frente a las principales divisas. El retroceso de las expectativas del mercado sobre la
normalización de la política monetaria por parte del Banco de Japón sigue pesando sobre el
yen, que sigue cotizando justo por debajo del nivel de 150 frente al dólar estadounidense.
Los comunicados de los miembros del BoJ siguen siendo bastante moderados, y tras los
datos del IPC de la semana pasada, que mostraron una caída de la tasa de inflación
subyacente hasta un mínimo de 7 meses del 4% (desde el 4,2%), los mercados asignan
menos del 50% de posibilidades a una subida de tipos en el primer trimestre de 2024.
Seguimos pensando que el yen está infravalorado, sobre todo teniendo en cuenta nuestras
expectativas de que el endurecimiento de la política monetaria del Banco de Japón
comenzará antes de lo que los mercados prevén actualmente. Sin embargo, esta opinión
podría cambiar si los próximos datos de actividad sorprendan a la baja. El miércoles se
publicará el informe de ventas minoristas relativo a octubre, seguido del último dato de
desempleo el jueves.
CNY
La semana pasada fue una de las mejores de los últimos meses para la divisa china. El CNY
subió casi un 1% frente al USD y superó a la mayoría de las demás divisas, situándose en
tercer lugar entre las monedas de mercados emergentes que cubrimos. Parte de este mejor
comportamiento podría deberse al propio plan de China: los principales bancos estatales
han estado comprando yuanes para apuntalar la divisa. Aun así, la confianza en el país ha
mejorado últimamente, ya que las autoridades parecen estar prestando ayuda financiera a
los promotores inmobiliarios en apuros, mientras que los datos económicos se muestran
algo más resistentes de lo que se pensaba.
Los datos publicados esta semana, en concreto los índices PMI, pondrán a prueba este
último aspecto. La Oficina de Estadística publicará los datos de actividad empresarial de
noviembre el jueves, mientras que el PMI manufacturero de Caixin se publicará al día
siguiente.
Fuente: BCW-Global.