Con la llegada de las festividades, la pirotecnia se convierte en un desafío para el bienestar de nuestras mascotas. En lugar de recurrir a sedantes, existen tácticas efectivas para reducir la ansiedad. Hay medidas previas que pueden marcar la diferencia en la experiencia de tus compañeros peludos.
En medio de las festividades de Año Nuevo, los fuegos artificiales generan ansiedad en las mascotas, especialmente en perros y gatos, animales sensibles al ruido y la luz. Aunque para nosotros resultan emocionantes, para ellos pueden convertirse en experiencias aterradoras. Es esencial crear un entorno tranquilo y seguro para ellos, dado que pueden sentirse tan nerviosos que incluso podrían intentar escapar. Asegurar su bienestar es fundamental.
Pablo Gómez, académico de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián (USS) y Máster en Etología y Bienestar Animal, explica que la anticipación es clave, desde la creación de refugios seguros y la desensibilización con sonidos serenos, hasta el cuidado durante y después del espectáculo pirotécnico.
¿Cómo impactan los fuegos artificiales en la salud de las mascotas?
Los fuegos artificiales impactan desde la producción de estrés negativo o distrés. Todos los individuos estamos fisiológicamente preparados para soportar una situación de estrés puntual, siempre y cuando se considere contar con la capacidad de dar respuesta a dicha situación. En el caso de que el estrés sea muy elevado o sostenido en el tiempo, comienza a haber cambios fisiológicos en las mascotas que pueden llevar a trastornos perjudiciales en la salud física y, por supuesto, psico-emocional. Los fuegos artificiales significan un estímulo demasiado fuerte, al que no saben cómo reaccionar. Es en este contexto, algunas mascotas se adaptan de manera correcta y otras intentan escapar, generan grandes cambios conductuales o simplemente se paralizan.
¿Existen repercusiones a largo plazo en la salud física o mental de las mascotas que experimentan estrés recurrente debido a eventos pirotécnicos?
El efecto a largo plazo, que es muy fácil de observar, es la asociación negativa a los ruidos, es decir, que las mascotas a partir de ese evento traumático generen una respuesta similar frente a distintos ruidos, independiente de la intensidad en que los perciban. Para contrarrestar el impacto del ruido de los fuegos artificiales en mascotas que residen en áreas donde se llevarán a cabo estos eventos, se desaconseja el uso de sedantes, ya que mantienen a la mascota consciente pero relajada, lo que podría aumentar la angustia y ansiedad. En cambio, se sugiere reproducir música clásica o relajante a un volumen medio-alto para distraer al animal y evitar que se enfoque en los sonidos pirotécnicos.
¿Cómo podemos prevenir y preparar a las mascotas antes de los fuegos artificiales?
La recomendación general siempre será anticiparse a estos eventos y trabajar con nuestras mascotas meses antes, ya que las modificaciones conductuales requieren tiempo. Es importante preparar una zona segura, libre de peligros (fallas estructurales, adornos pesados en altura, electrodomésticos, etc.), con barreras sensitivas (cortinas, aromas y especialmente música de fondo) y la presencia de una persona de confianza.
¿Hay tipos específicos de juguetes o elementos reconfortantes para calmar a las mascotas durante y después de los fuegos artificiales?
La clave para el uso de juegos y juguetes radica en generar concentración. Es posible emplear juguetes alimenticios, desafíos cognitivos, entrenamientos, entre otros, siempre asegurándose de que estas actividades sean más estimulantes que el ruido exterior. El objetivo es que la mascota prefiera continuar con el juego en lugar de esconderse o correr.
¿Por qué el uso de sedantes no está indicado?
La mayoría de los medicamentos utilizados históricamente para estas situaciones, especialmente la Acepromazina, están completamente contraindicados, dado que solo ejercen una respuesta mecánica en que nuestra mascota está imposibilitada de moverse, pero mentalmente se encuentran consciente de todo. Esto es como si en una situación que tú interpretas de peligro extremo, te pusieran una camisa de fuerza. El miedo será aún mayor. Hoy existen algunas opciones farmacológicas diferentes que podrían ofrecer una respuesta más amigable. La recomendación siempre es preguntar al médico veterinario de cabecera. Además de las alternativas farmacológicas, existen terapias complementarias que podrían ofrecer una ayuda.
En relación con el riesgo de escape, ¿qué medidas podemos adoptar para prevenirlo?
Para prevenir la posibilidad de extravío de las mascotas, se aconseja preparar una habitación segura para que permanezcan durante la exhibición de pirotecnia. Es fundamental equipar este espacio con elementos familiares, como su cama, platos de comida y juguetes. De esta forma creamos un ambiente reconfortante. También evitar dejar a las mascotas en el patio atadas, ya que esto podría aumentar su nivel de estrés y provocarles daños al intentar escapar del ruido. Se recomienda acompañarlas en estas situaciones. Aunque no se sugiere “reforzar” conductas, resulta sensato brindar apoyo a través de gestos reconfortantes y palabras tranquilizadoras ante situaciones traumáticas.
¿Deberíamos introducir en nuestro país fuegos artificiales como los “Pet Fireworks” que desarrolló Japón, diseñados para calmar a las mascotas durante celebraciones con destellos y luces suaves?
Iniciativas como las de Japón y como las de distintas municipalidades que han optado hace años por dejar de lado estas tradiciones irrespetuosas siempre tendrán una buena acogida. No olvidemos que no solo son nuestras mascotas quienes sufren los impactos de estos actos, también la fauna silvestre, los animales domésticos, ancianos, bebés, personas neurodivergentes, etc. Como sociedad debemos dar un nuevo paso adelante y revisar qué tradiciones vale la pena mantener.
Fuente: USS.