Este nuevo año escolar se inicia con muchas dificultades en distintas regiones del país, incrementando la incertidumbre y pudiendo afectar dos de los factores más importantes para el desarrollo académico, social y emocional de niños, niñas y adolescentes: la autoestima y la confianza, que juegan un papel protector fundamental contra la ansiedad y la depresión.
Así, las preocupaciones que padres, madres y cuidadores suelen tener frente a la llegada de marzo
adquieren una capa adicional, sumándose a las presiones laborales –o el desempleo– y a la complejidad que implican las alzas en el costo de la vida.
“Al aproximarse un nuevo periodo de clases, tanto niños y niñas como adolescentes pueden experimentar emociones encontradas, desde el entusiasmo hasta el temor. Más todavía quienes han
vivido situaciones de catástrofes o circunstancias familiares difíciles durante los últimos meses”,
sostiene la psicóloga Javiera Cerda, directora de Capacitaciones de Triple P – Programa de Parentalidad Positiva, para Chile y Latinoamérica. “Puede que sientan ansiedad por cómo se van a
adaptar a los horarios o a la carga académica. Otros pueden estar más preocupados por cómo van a
generar vínculos de amistad, ya que pueden tener dificultades en ese aspecto, o bien ingresarán a una escuela nueva”.
¿De qué manera simple (que no implique más estrés) pueden los padres, madres y cuidadores acompañar y guiar a los estudiantes frente a este desafío? “Una forma práctica de apoyarlos a realizar una transición positiva hacia un nuevo año escolar, y ayudarlos a enfrentar cualquier desafío que se les presente, es procurar enfocarse en aumentar su autoestima, confianza y habilidades de afrontamiento”, explica la psicóloga.
Para nadie es un secreto –y las investigaciones confirman– que los niños, niñas y adolescentes que
tienen una autoestima saludable pueden lograr una serie de beneficios para toda la vida. De acuerdo
con la crianza positiva promovida por Triple P, esto incluye tener más ganas de aprender, más éxito en
la escuela, ser más colaborador, tener habilidades sociales más fuertes, más resilientes y lo más
importante, una mejor salud física y mental.
¿Cómo saber si mi hijo tiene una autoestima saludable? “Si pudiéramos decirlo en palabras simples, es cuando les agrada quiénes son y confían en sus capacidades. Pero la autoestima y la confianza no
vienen con los niños y niñas al nacer –advierte Javiera Cerda–. Se van forjando y no todos las desarrollan al mismo ritmo ni a la misma edad ni con igual nivel de éxito. Los adultos tenemos que ser
conscientes de esto y también de la posibilidad que tenemos de ayudarles, modelando y enseñando
estas habilidades. Es bueno que se les dé la oportunidad de practicarlas en la casa, en el colegio y en
otros contextos”.
Algunos consejos de Triple P – Programa de Parentalidad Positiva para ayudar a desarrollar la
autoestima y la confianza de los niños, niñas y adolescentes:
Triple P – Programa de Parentalidad Positiva ® – 2 / 04
• Elogia sus esfuerzos, no sólo los buenos resultados. Hazles notar las cosas que hace bien y que
aprecias sus intentos.
• Sé un modelo positivo. Los niños, niñas y adolescentes aprenden mucho observando cómo manejas
los contratiempos.
• Foméntales la risa, un estilo de vida sano, y un pensamiento realista que les ayude a ver las
situaciones de una manera útil. Por ejemplo, en lugar de pensar que no es tan inteligente como los
demás, busquen juntos cosas más útiles que se pueda decir a sí mismo: “Puede que no sea el mejor en
matemáticas, pero soy bueno en deportes y dibujando”, o “Voy a pedirle ayuda al profesor si me cuesta entender algo”.
• Guíalos para que resuelvan sus propios problemas, en lugar de tratar de resolverlo todo por ellos.
Puedes, por ejemplo, darles unos momentos para que descubran algo que les pueda ayudar a
encontrar una solución, o bien hacerles preguntas como: “¿Qué has probado hasta ahora?”.
• Muestra confianza en sus habilidades, permitiéndoles hacer las cosas por sí mismos. Esto les ayuda a aprender lo que pueden hacer y a tener cierto control sobre su mundo.
• Responde a cualquier diálogo interno negativo o sentimiento de decepción haciéndoles saber que
todas las personas pueden cometer errores y aprender de ellos. Intenta hablar de manera positiva y
optimista sobre el año escolar que viene.
• Anímales a exteriorizar sus emociones, expresar sus ideas y tomar sus propias decisiones. Permite
que dediquen tiempo a las cosas que les gusta hacer, en lugar de ejercer presión para que realicen una actividad que tú desees, como practicar un deporte o un instrumento musical en particular.
Los niños con baja autoestima corren el riesgo de sufrir problemas emocionales más graves, como
ansiedad o depresión. Si la baja autoestima o la falta de confianza están afectando la vida diaria de tu
hijo o hija, puede ser el momento de buscar asesoramiento profesional.
Fuente: Triple P