Desde Estudiantes de la Plata, club donde juega el seleccionado chileno, informaron sobre su actual estado. Dos especialistas de la Usach se refieren al caso.
Preocupación se generó el pasado fin de semana en el fútbol sudamericano cuando el jugador chileno de Estudiantes de la Plata, Javier Altamirano, sufrió una convulsión en medio de un partido.
El parte médico entregado por el club argentino sostuvo que la causa se debió a una trombosis del seno longitudinal superior del cerebro y que se encuentra estable, recibiendo la medicación adecuada y a la espera de otros estudios.
Para Pedro Chaná, neurólogo y académico de la Usach, esto significó una señal de alerta de un daño a nivel cerebral que se debe estudiar.
Misma visión que comparte el Dr. Mario Díaz, también docente de la casa de estudios, añadiendo que una convulsión puede ser gatillada por cualquier enfermedad cerebral aguda.
Respecto a la trombosis del seno longitudinal, se trata de una vena enorme y sus causas previas pueden ir desde dolores de cabeza a incluso una intoxicación con algún fármaco, explica el neurólogo Díaz.
“Es un proceso previo más lento que la trombosis arterial, que es el accidente cerebro vascular que es más conocido”, comentó.
Respecto a los tiempos de recuperación del seleccionado chileno, ambos señalan que todo dependerá de la terapia anticoagulante y los resultados de los estudios a que se someta el jugador. “En términos prácticos, todo depende de la cuantía de la trombosis”, dijo Chaná.
“Con las terapias anticoagulantes puede tener una recuperación rápida que va de 1 a 3 meses, pero si sigue con ella, no puede jugar, ya que la sangre no coagula y ante cualquier golpe puede tener una lesión más compleja. Existen causas donde el paciente necesita tomar coagulantes de por vida (trombofilia), por suerte son pocos los casos y esperemos que este no sea uno, pero se debe estudiar lo que provocó la trombosis”, complementó el Dr. Díaz.
En definitiva, los especialistas explican que los estudios son clave, ya que si se provocó una lesión en el tejido del cerebro, como isquémicas o hemorrágicas, ahí la recuperación del cuadro en sí sería más lenta. Si no está asociada, el anticoagulante se mantiene por un par de meses.
Fuente: Usach.