- Los fenómenos naturales cada vez más extremos en Chile, como los grandes incendios del verano y las intensas lluvias actuales, han motivado a los agricultores a aumentar el contrato de seguros para resguardarse.
Santiago, julio 2024 – Santiago, julio 2024 – Los continuos sistemas frontales que han atravesado la zona central y sur de Chile en la temporada actual, sumado a los incendios forestales ocurridos el verano pasado han afectado diversos sectores industriales del país, siendo uno de los más perjudicados el sector agrícola. De hecho, Marsh, compañía corredora de seguros y asesora en gestión de riesgos que forma parte de Marsh McLennan, asegura que las contrataciones de seguros agrícolas, específicamente, del seguro de incendio frutal han aumentado bastante el último tiempo, ya que además de la protección ante incendios cubre el daño material por inundaciones, aluviones y desbordes de cauces, por lo que debido a las intensas lluvias varios agricultores han querido resguardarse.
El impacto de estos fenómenos naturales ha influido en el precio de las pólizas de este tipo de seguros, especialmente en zonas y campos que han sido severamente afectados en reiteradas oportunidades. En ese sentido, desde Marsh explican que si bien el valor de este tipo de seguros depende de factores particulares de cada caso, como costos de producción de cada campo, de la zona donde se encuentran y del tipo de frutal plantado, de todas formas las tasas de las pólizas varían aproximadamente entre 0,4% y 0,7%.
Las pólizas del seguro de incendio frutal pueden cubrir todas las especies frutales cultivadas a lo largo de Chile, proporcionando una amplia protección para los agricultores del país. “Hoy estamos cada vez más expuestos a cambios climáticos más extremos, con mayor intensidad y frecuencia, por lo que el riesgo de daños es cada vez mayor. Es fundamental proteger el capital de trabajo y al menos contar con una póliza de incendio y adicionales (inundaciones), donde se aseguren los costos incurridos durante la temporada en la plantación, el fruto, las estructuras e incluso el sistema de riego. Así, en caso de un siniestro, se puede recuperar parte de lo perdido y darle continuidad al negocio, sin tener que aportar capital adicional o recurrir a endeudamiento”, subraya Isabella Fernández, ejecutiva de Riesgos Silvoagropecuarios. de Marsh.
Lo anterior, sobre todo considerando que los daños por inundaciones han aumentado los dos últimos años y así también los daños por lluvias extemporáneas producidas en verano y comienzos de otoño, justamente cuando los cultivos y frutales están en plena cosecha.
Fuente: Llorente y Cuenca