Además, el estudio del área de Healthcare de la consultora LLYC presenta tres claves para velar por el bienestar de los cuidadores y contribuir con un sistema sostenible de salud.
Santiago
7 de agosto de 2024
Se estima que en 2050 el número de personas con 65 años o más debería duplicarse, hasta alcanzar los 1.600 millones. Este envejecimiento vaticina que la sociedad necesitará un número cada vez mayor de cuidadores para hacer frente al aumento de la demanda de atención médica y cuidado de nuestros mayores. En este contexto, el área de Healthcare de LLYC lanzó el informe “Salud para llevar, por favor” en el que se reclama la necesidad de apoyar y reconocer la figura de los cuidadores no profesionales o informales.
Los estudios realizados en Latinoamérica, así como en Estados Unidos y Europa, destacan similitudes significativas en el perfil y las responsabilidades de los cuidadores informales. En todos los contextos, las mujeres predominan como cuidadoras, asumiendo tareas esenciales y complejas sin recibir formación profesional ni una remuneración económica. La mayoría de estos cuidadores son familiares cercanos. El documento revela la necesidad de apoyo y reconocimiento para estas personas que desempeñan un papel crucial en el bienestar de los pacientes.
Además, el informe pone el foco en la salud mental de los cuidadores, una dimensión crucial que merece atención y apoyo urgente. El rol de cuidar, aunque gratificante, conlleva un peso significativo sobre la salud emocional y psicológica de estas personas. De forma general, estudios revelan que están expuestos a altos niveles de depresión y ansiedad.
Según el “Informe Mundial sobre el Alzheimer 2019: actitudes hacia la demencia”, más del 50 % de los cuidadores de personas con esa dolencia afirmaron que su salud había sufrido como resultado de sus responsabilidades de cuidado, y más del 60 % de los cuidadores de demencia manifestaron que su vida social había sufrido como consecuencia de sus responsabilidades de cuidado.
Para proteger la salud mental de los cuidadores, es esencial que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas implementen medidas de apoyo efectivas. “La cuestión de los cuidadores familiares es un problema de salud pública en sí mismo. Por ello, es urgente reconocer su relevancia en la vida del paciente en tratamiento. Cuidar a los cuidadores no solo mejora su bienestar, sino también la sostenibilidad del sistema de salud en una sociedad que envejece rápidamente y donde las demandas de atención seguirán aumentando”, asegura Javier Marin, Director Senior de Healthcare de LLYC en Latam
El informe presenta tres claves para velar por los cuidadores y asegurar adherencia a tratamientos, mejorar la calidad de vida y contribuir con un sistema sostenible de salud:
- Acceso a datos de necesidades de pacientes y cuidadores e impulso de políticas públicas. Gobiernos, empresas y organizaciones deben comprender las necesidades de los pacientes y el impacto de las enfermedades en las familias. El análisis de grandes volúmenes de datos facilita conocer el número de cuidadores y los desafíos que enfrentan, permitiendo colaborar en políticas públicas para reconocer su valor y establecer programas de apoyo.
- Programas de apoyo a cuidadores. Algunas empresas del sector salud ofrecen apoyo a pacientes, pero no incluyen proyectos que mejoren el proceso de salud y enfermedad, como cursos sobre cuidados paliativos y formas de contribuir a una recuperación más rápida del paciente. Se necesita una colaboración público-privada.
- Conversación y sensibilización sobre el tema. Se deben ampliar programas de formación y abrir campañas de comunicación. Esto puede aumentar la sensibilización, impulsar políticas públicas, integrar a los cuidadores en los sistemas de salud y reconocer su contribución crucial en la recuperación de los pacientes y la reducción del impacto en la vida familiar y productiva.
Fuente: LLYC.