- Las obras consideraron la construcción de 17 pozos y 4 nuevos estanques de almacenamiento con capacidad para más de 12 millones de litros de agua. Totalizaron una inversión de más de $15.800 millones.
- Próximamente la compañía pondrá en marcha otro proyecto que fortalece la seguridad hídrica: el embalse Ninhue en la Región del Ñuble.
Rancagua, 21 de agosto de 2024.- En el marco de su plan de inversión asociado a fortalecer la resiliencia hídrica, Essbio inauguró hoy un sistema integral para robustecer su capacidad de producción y distribución de agua potable que consta de una batería de 17 pozos y 4 estanques ubicados en las comunas de Rancagua y Machalí, en la Región de O’Higgins. Las obras, que beneficiarán a más de 220 mil personas de estas comunas, suman una inversión de $15.800 millones y responden a los desafíos que impone el cambio climático.
Durante la actividad -a la que asistió el superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas-, la compañía destacó que los estanques (tres de ellos operativos) permitirán aumentar la capacidad de almacenamiento en 12.400 m³ (12 millones cuatrocientos mil litros de agua potable), mientras que los 17 pozos incrementarán la producción en 918 litros por segundo (equivalente al consumo aproximado de 75.000 hogares), fortaleciendo la seguridad hídrica en la zona.
El gerente general de Essbio, Cristian Vergara, afirmó “nuestro plan de inversiones se ha centrado en anticipar distintos escenarios críticos y ejecutar obras con visión de futuro, y así entregar un servicio continuo y confiable. Esta mirada nos ha permitido robustecer nuestros sistemas y enfrentar de buena forma adversos fenómenos climáticos mediante diversas inversiones como la construcción de 28 estanques, 35 sistemas de filtros y refuerzos en 10 plantas de agua potable en las regiones donde operamos”.
El superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, planteó que “sabemos que tenemos que adaptarnos al cambio climático y no podemos llegar tarde. Desde ese punto de vista estamos muy tranquilos como regulador de que el trabajo que estamos haciendo con Essbio en todas sus regiones, desde O´Higgins hasta el Biobío, ha sido un trabajo fructífero que se inició hace varios años. Hoy estamos viendo el resultado de eso que queríamos y ya estamos inaugurando obras (….) tenemos que ir avanzando con proyectos concretos, eficientes y seguir este trabajo conjunto del regulador y Essbio. Estamos viendo el fruto de ese trabajo y las obras concretas que van a permitir esta adaptación al cambio climático”.
Próxima obra de resiliencia
Para este segundo semestre la compañía prepara otra inauguración. Se trata del embalse Ninhue (Región de Ñuble), el primero a nivel regional y que tendrá una capacidad de 40.000 m3. Contempla una inversión de más de $2.000 millones de inversión y su puesta en marcha se proyecta para este segundo semestre. A ello se suma la construcción y puesta en marcha de tres estanques en Chillán con capacidad de almacenamiento de 7.200 m3, entregando mayor robustez al sistema.
Vergara complementó que “estas inversiones tienen por finalidad ser una empresa más resiliente frente al cambio climático y así asegurar el vital servicio que prestamos. Ya hemos puesto a prueba parte de estos sistemas para enfrentar los últimos temporales que han afectado a la zona centro sur, además de permitirnos estar mejor preparados ante la sequía que sigue siendo una amenaza latente. Hacia adelante seguiremos buscando innovaciones que nos acerquen a un futuro donde la gestión del recurso hídrico sea un elemento de unión en los territorios donde operamos. Esto lo lograremos con nuestro esfuerzo, pero también sumando a todos los actores a este propósito”.
A estas iniciativas de resiliencia hídrica se suma el megaproyecto de interconexión hidráulica entre Quillón-Florida (Ñuble- Biobío), obra interregional inaugurada el año pasado para garantizar la disponibilidad del recurso hídrico en dichas comunas fuertemente afectadas por la escasez hídrica. Implicó la construcción de una conducción soterrada de 24 kilómetros, además de una captación de agua desde el río Itata; la construcción de dos plantas elevadoras; una planta de tratamiento de agua potable y un nuevo estanque de regulación. La obra ha permitido impactar positivamente en la calidad de vida de más de 20.000 personas del sector.
Fuente: OC2.