Los resultados del Informe de salud de la OCDE 2015 son preocupantes para Chile. Si bien es el país que más incrementó su gasto en salud, es una de las naciones donde el manejo del tratamiento de las enfermedades crónicas no es considerado óptimo, ubicándose en los últimos lugares del ranking internacional.
Uno de los ejemplos que se exponen en el estudio es el manejo de la diabetes, donde la descompensación o mal control de esta enfermedad genera un exceso de hospitalizaciones. Sobre este punto, el reporte alude a la calidad de la asistencia sanitaria en Chile, la cual “es más baja que en la mayoría de los países de la OCDE”, argumentando “la necesidad de mejorar la resolutividad de la atención primaria”.
Otro dato que arroja el informe es la supervivencia de pacientes diagnosticadas con cáncer de mama o cervicouterno, la que es más baja que en el resto de los países de la OCDE. Al respecto se señala que se requiere tanto la detección temprana y el tratamiento adecuado. El reporte también da cuenta de la dificultad de acceso de exámenes como escáner o resonancia. Se realizan 13 resonancias por cada 1.000 habitantes y 71 escáner por cada 1.000/hab.
Chile es el tercer país con mayor tasa de cesárea de la OCDE. 1 de cada 2 nacimientos son por esta vía, reflejando un cuidado obstétrico deficiente, riesgoso y de más costo.
Nuestro país también es una de las naciones con más tiempo de espera por una cirugía de cataratas y prótesis de cadera, operaciones que se utilizan como marcadores de los tiempos de espera en general, para cirugía ambulatoria y hospitalizada respectivamente.
El Informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue dado a conocer en el coloquio organizado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, donde participaron como expositores el jefe del departamento de la OCDE de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales, Gastón Fernández, y el director de IPSUSS, Jaime Mañalich.
Gordos, bebedores y fumadores
Otro aspecto importante del estudio -que considera los indicadores de salud de los 34 países que conforman el conglomerado internacional-, es la tendencia al aumento de algunos factores de riesgos considerados perjudiciales para la salud, como el consumo de alcohol, donde Chile pasa de ingerir 6 litros de alcohol percápita en personas mayores de 15 años, a 8 litros.
En materia de obesidad, una de cada cuatro personas adultas en el país tiene exceso de peso, situando a Chile en el sexto lugar entre los países con mayor prevalencia después de EE.UU., México, Nueva Zelandia, Australia y Canadá. En el caso de los niños un tercio tiene sobrepeso u es obeso.
En cuanto al consumo de tabaco, si bien se refleja una disminución en la prevalencia en el grupo de personas mayores de 15 años, pasando de 33% en el 2000 a 30% en 2013, Chile sigue ocupando el cuarto lugar dentro de los países de la OCDE que más fuman.
Sobre este punto el reporte señala que “para disminuir las tasas de tabaquismo y obesidad, se pueden adoptar políticas como incrementos en los impuestos de productos de tabaco y comidas no nutritivas, fortalecer la regulación de publicidad y promover los consejos de asesoramiento de médicos y dietistas para ayudarles a los pacientes a dejar de fumar y mejorar los hábitos de nutrición”. En el globo, estos factores de riesgo tan prevalentes en Chile apuntan a un riesgo futuro para los buenos indicadores que el país tiene hasta ahora.
En materia de prevención, se indica que la tasa de vacunación contra la influenza en personas de 65 años en Chile bajó el 80% de la cobertura, “lo que aumenta el riesgo de hospitalización y muerte”, dice el informe.
Respecto a los marcadores de cobertura de niños, la vacunación contra sarampión y contra difteria, tétanos y tos convulsiva ha ido a la baja, sobrepasando los umbrales mínimos de cobertura recomendados internacionalmente.
Más viejos y más caros
La expectativa de vida en Chile ha aumentado más rápido que en la mayoría de los países de la OCDE. Ésta alcanza a los 78,8 años, es decir casi 15 años más desde 1970 a la fecha, siendo uno de los países con el mayor cambio en este indicador. Esto implica un enorme desafío para el país en materia de recursos que se deben destinar al cuidado de la salud, y lograr que las personas tengan una mejor calidad de vida en esta etapa lo que significa tener bajo control sus enfermedades crónicas.
Sobre este punto el reporte indica que aunque el gasto en salud en Chile ha aumentado rápidamente durante los últimos años, “éste sigue siendo inferior al de la mayoría de los países de la OCDE”. Y menos del 50% del gasto total es financiado con recursos públicos “y una gran parte es pagada directamente de los bolsillos de los hogares”. Lo que significa que el financiamiento de la salud sigue “siendo ineficiente e inequitativo”.
Chile gasta el 7,3% del PIB. Y tiene un gasto per cápita en salud cercano a los US$ 1.606 a valor de paridad de dólar equivalente. Esto incluye tanto el gasto público como privado en el sector. Si bien se afirma que el gasto de los bolsillos de los hogares ha disminuido en Chile desde el 2009, este sigue siendo un tercio del gasto total en salud, el tercero más alto entre los países de la OCDE.
El reporte agrega que “muchos chilenos además tienen seguros de salud privados, por lo que este sector contribuye con un 20% del gasto total en salud (porcentaje superior a todos los países de la OCDE excepto Estados Unidos). Las aseguradoras privadas en Chile compiten en un mercado débilmente regulado, eligiendo buenos riesgos y diferenciando los premios pagados por los asegurados (las mujeres y los viejos pagan más, por ejemplo). Muchas personas no tienen recursos para pagar por un seguro privado, por lo que el sistema está agravando las inequidades al acceso a los servicios sanitarios”.
Recurso Humano
El estudio señala que la formación de recurso humano en salud está por debajo de los estándares de la OCDE, en Chile hay 2 médicos por 1.000 habitantes, promedio bajo con respecto a los otros países de la OCDE, donde la media es más de tres, incluso algunos países como Grecia son 6 por cada 1000/hab. Además, hay un especialista por cada médico general.
Otro dato relevante es que casi todos los países del conglomerado internacional tienen médicos formados en el extranjero, porcentaje que en algunos casos llega al 50% como en Israel y Nueva Zelanda. Mientras en Chile alcanza a 15%.
En el caso de las enfermeras el per cápita aumentó casi todos los países de la OCDE, pero Chile aún está bajo el promedio. El informe señala que hay 6 enfermeras por cada mil habitantes; pero anota que en este número están agrupadas profesionales y no profesionales. La tasa de enfermeras profesionales en Chile es de 2 por mil habitantes. Es decir, hay un profesional de Enfermería por cada médico. Respecto a la participación de los enfermeros formados en el extranjero es inferior a la de médicos y en Chile no pasa del 2%.
Chile se ha incorporado a la OCDE desde el año 2010. El sentido es poder comparar indicadores y generar colaboración en distintos ámbitos que permitan imitar lo que otras naciones hacen bien y dejar de hacer aquello que no produce resultado. Al mirar los indicadores sanitarios en general, Chile sigue teniendo buenos niveles de mortalidad infantil, desnutrición, esperanza de vida. Sin embargo, el presente informe sobre salud presenta algunos riesgos muy marcados: los factores de riesgo para enfermedad futura están entre los más altos de la región, el recurso humano es insuficiente, el gasto en salud ha crecido muy por sobre el crecimiento del país, una parte significativa del gasto sigue dependiendo del nivel de ingreso de las familias. El uso de la red de salud es ineficiente, obligando al uso de camas cuando no se debería, manejando en forma inadecuada las enfermedades crónicas a nivel primario, haciendo descansar demasiado de la atención de salud en los especialistas.
Fuente: Comunicaciones Universidad San Sebastián.