Un estudio realizado por el investigador del Instituto Milenio MIPP de la Universidad de Chile, Pablo Muñoz, revela cómo la reducción de las vacantes universitarias en Chile bajo el régimen militar de Pinochet incrementó las tasas de mortalidad en las generaciones afectadas, destacando los efectos duraderos de las políticas autoritarias en la salud pública.
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Higher Education and Mortality: Legacies of an Authoritarian College Contraction
Durante el régimen militar de Augusto Pinochet, que gobernó Chile desde 1973 hasta 1990, el país experimentó profundas transformaciones económicas, políticas y sociales. Una de las áreas más afectadas por las políticas del régimen fue el sistema educativo. Tras el golpe militar de 1973, se puso fin a una era de expansiones y reformas educativas que habían mejorado significativamente el acceso a la educación superior en Chile.
El régimen de Pinochet implementó una serie de reformas neoliberales influenciadas por los principios del libre mercado. Estas reformas incluyeron la privatización de instituciones educativas y la reducción del financiamiento público para las universidades, lo que limitó el acceso a la educación superior para amplios sectores de la población.
En un contexto de represión política y control social, la reducción de las vacantes universitarias fue una medida que buscaba restringir la oferta educativa y controlar el entorno académico, limitando así las oportunidades de desarrollo personal y profesional de una generación de jóvenes chilenos.
Esta transformación educativa no solo tuvo consecuencias inmediatas en términos de acceso a la educación, sino que también generó efectos a largo plazo en la salud y el bienestar de las generaciones afectadas, un aspecto que debe ser analizado para comprender el legado del régimen autoritario en Chile.
La relación entre educación y salud ha sido ampliamente documentada en la literatura académica. Estudios previos han demostrado consistentemente que las personas con mayores niveles educativos tienden a vivir más tiempo y a tener mejor salud en comparación con aquellas con menor educación. La educación superior no solo mejora las perspectivas laborales y los ingresos, sino que también está asociada con comportamientos más saludables, mejor acceso a información médica y mayor capacidad para navegar el sistema de salud.
A pesar de esta relación bien establecida, hay poca evidencia causal directa que vincule la educación superior con la mortalidad. La mayoría de los estudios se han centrado en la educación básica y secundaria, dejando un vacío en la comprensión del impacto específico de la educación universitaria en la salud a largo plazo. Este vacío es particularmente relevante en contextos de políticas autoritarias y cambios drásticos en las oportunidades educativas.
“La reducción en la matrícula universitaria también se asoció con peores resultados en el mercado laboral y un acceso limitado a servicios médicos”, según dice el estudio, lo que sugiere un rol mediador entre la educación y la salud.
Evidencia de Chile
El caso de Chile durante el régimen de Pinochet ofrece una oportunidad única para estudiar esta relación. La privatización de instituciones educativas y una drástica reducción del financiamiento público para las universidades, limitaron significativamente el acceso a la educación superior, impactando de manera desproporcionada a los jóvenes de sectores menos favorecidos. Esto provocó que el mundo académico se hiciera las siguientes preguntas: ¿La reducción de las oportunidades universitarias restringió el desarrollo educativo y profesional de una generación? ¿Tuvo consecuencias duraderas en su salud y bienestar?
En este contexto, el estudio titulado “Higher Education and Mortality: Legacies of an Authoritarian College Contraction”, (Educación superior y mortalidad: legados de una transformación universitaria autoritaria, en español) del investigador del Instituto Milenio MIPP, Pablo Muñoz, junto con los académicos Felipe González, Luis R. Martínez y Mounu Prem, se centra en analizar el impacto de la reducción de las oportunidades de educación superior en Chile durante el régimen militar de Augusto Pinochet.
Esta investigación examina cómo las medidas autoritarias implementadas en la educación superior después del golpe militar de 1973, afectó la tasa de mortalidad de las generaciones que alcanzaron la edad universitaria en ese período crítico, revelando importantes implicaciones para las políticas educativas y de salud pública.
Diseño de Regresión
Para este estudio, los investigadores utilizaron un diseño que permite estimar los efectos causales de la educación superior sobre la mortalidad. Se analizaron datos individuales de censos y estadísticas vitales de varias fuentes, incluyendo registros administrativos que proporcionan tasas de mortalidad específicas por edad, género y región. Además, se integraron datos sobre resultados del mercado laboral y consumo de servicios de salud para entender mejor los mecanismos a través de los cuales la educación superior afecta la mortalidad.
“El estudio encontró que la reducción en las vacantes universitarias llevó a un aumento en la tasa de mortalidad anual por cada 1.000 individuos, con un efecto mayor en hombres que en mujeres”, según dice la investigación.
Datos y Muestra:
El estudio utilizó datos del censo de población de 1992 y estadísticas vitales de 1994 a 2017.
Se calcularon las tasas de mortalidad específicas por edad, género y región de residencia para individuos que completaron la educación secundaria y alcanzaron la edad universitaria entre 1964 y 1981.
La muestra abarcó tanto hombres como mujeres para permitir un análisis detallado de las diferencias de género.
“La mortalidad por cáncer y enfermedades del sistema circulatorio fue particularmente alta entre los hombres afectados por la reducción en la educación superior”, se afirma en la investigación.
Análisis Regional:
Se llevó a cabo un análisis detallado por regiones para identificar las diferencias en el impacto de la contracción educativa.
Esto permitió a los investigadores evaluar cómo la reducción de las aperturas universitarias afectó de manera desigual a las distintas regiones del país, considerando factores como el desarrollo económico regional y las políticas locales de salud.
Aumento en la tasa de mortalidad
El estudio encuentra que la reducción en las aperturas universitarias llevó a un aumento en la tasa de mortalidad anual por cada 1,000 individuos en las generaciones afectadas, con un efecto mayor en hombres que en mujeres.
La reducción en la matrícula universitaria también se asoció con peores resultados en el mercado laboral y un acceso limitado a servicios médicos, lo que sugiere que la desventaja económica y el acceso restringido a la atención médica desempeñan un papel mediador importante en la relación entre la educación superior y la mortalidad.
Efecto en la Mortalidad:
En promedio, se observó un incremento en la mortalidad anual de 0.2 muertes adicionales por cada 1,000 individuos en las generaciones que alcanzaron la edad universitaria durante la transformación educativa.
Diferencias por Género:
La mortalidad por cáncer y enfermedades del sistema circulatorio fue particularmente alta entre los hombres afectados por la reducción en la educación superior. En comparación, las mujeres mostraron un menor aumento en la mortalidad, aunque aún significativo.
Resultados Laborales:
Las generaciones afectadas por la reducción de vacantes educativas mostraron peores resultados en el mercado laboral. Estos individuos presentaron menores niveles de ingresos y mayores tasas de desempleo en comparación con aquellos que no fueron afectados por la reducción en las aperturas universitarias.
La disminución en las oportunidades educativas limitó las posibilidades de alcanzar puestos de trabajo mejor remunerados y con mejores condiciones laborales, lo que contribuyó a una peor salud general y mayores tasas de mortalidad.
Acceso a Servicios Médicos:
Las generaciones afectadas tuvieron menos probabilidades de contar con cobertura de salud adecuada, lo que exacerbó los efectos negativos de la falta de educación superior en su salud.
La combinación de menores ingresos y acceso restringido a la atención médica resultó en un mayor riesgo de enfermedades no tratadas o mal gestionadas, contribuyendo a las mayores tasas de mortalidad observadas.
Impacto Regional:
Las regiones con mayor reducción en las aperturas universitarias experimentaron aumentos más significativos en la mortalidad. Esto sugiere que las políticas educativas tuvieron un impacto desigual en diferentes áreas del país.
Las regiones más afectadas fueron aquellas con menor desarrollo económico y acceso limitado a servicios de salud, amplificando los efectos negativos de la reducción de vacantes de la educación superior.
Causas de Muerte:
Las principales causas de muerte asociadas con la reducción de oportunidades educativas fueron el cáncer y las enfermedades del sistema circulatorio. Estas enfermedades suelen estar relacionadas con factores de riesgo como el estrés, la mala alimentación y la falta de acceso a atención médica preventiva y tratamiento oportuno.
En fin, los resultados hallados destacan cómo la educación superior tiene un impacto relevante en la salud y la longevidad. La reducción en las oportunidades de educación durante el régimen de Pinochet no solo limitó el desarrollo profesional y económico de una generación, sino que también tuvo consecuencias graves y duraderas para su salud y bienestar.
Políticas Educativas
Este análisis subraya la importancia de políticas educativas que promuevan el acceso equitativo a la educación superior. Las decisiones políticas que restringen el acceso a la educación pueden tener efectos duraderos y perjudiciales en la salud pública, incrementando la mortalidad y exacerbando las desigualdades sociales.
La experiencia de Chile durante la dictadura militar ofrece lecciones valiosas sobre los efectos a largo plazo de las políticas autoritarias en el bienestar de la población. Estos hallazgos son relevantes no solo para comprender el legado del régimen de Pinochet, sino también para informar las políticas educativas y de salud en otros contextos. Asegurar que las oportunidades educativas sean accesibles para todos es fundamental para mejorar la salud y el bienestar de la sociedad en general.
Fuente: U. de Chile