Sobre la decisión del Servicio de Evaluación Ambiental, SEA, de remover a su director regional en Antofagasta luego de que se exigiera la subsanación de desprolijidades en la evaluación ambiental del megaproyecto central de Bombeo Paposo (Taltal) de la empresa Colbún, desde Greenpeace queremos declarar lo siguiente:
- Cabe recordar que la misión del SEA es garantizar la protección del medio ambiente y resguardar el bienestar de las personas por medio de la administración de procedimientos de evaluación ambiental, no siendo parte de sus funciones el hecho de atraer o asegurar inversiones en los territorios, a costa del daño medioambiental que estas puedan provocar.
- Es importante aclarar que pese a que existen estándares claros para las evaluaciones ambientales, en reiteradas ocasiones, las empresas presentan información deficiente en estos procesos (pese a los constantes llamados de los organismos públicos e instancias técnicas pertinentes para subsanar esos datos), lo que sumado a la baja capacidad que tienen los equipos responsables, muchas veces no permite hacer una evaluación ambiental adecuada, afectando por sobre todo a los territorios. Pareciera lógico que, para remediar esto se debe fortalecer a los equipos técnicos, no descabezarlos.
- Adicionalmente, nos preocupa que se instale una nueva forma de chantaje, donde las industrias puedan, estratégicamente, amenazar con la cancelación de proyectos para lograr reducir los estándares de evaluación, que en nuestro país ya son básicos.
- El hecho de que la decisión de remover al director regional se tomara un día después de que la empresa energética anunciara la suspensión del proyecto genera, al menos, interrogantes sobre la influencia de las empresas y de las inversiones de capital en los procesos de toma de decisiones, tanto del SEA como de otros organismos del Estado (cabe recordar que en enero se removió al director regional de Conaf en Magallanes en circunstancias igualmente poco transparentes, lo que se sumó a la reciente destitución del director nacional de la Corporación en medio de presiones de la industria salmonera). Nos preocupan las decisiones que se han tomado desde el Ejecutivo, sobre todo considerando que vienen desde un gobierno que se auto declaró ‘ecologista’ en el fragor de sus campañas.
El medio ambiente no puede ser una bandera que se eleve solo en épocas de campañas electorales, mucho menos en un contexto de triple crisis.
Fuente: Greenpeace