De acuerdo a experta en Psicopedagogía, leer contribuye no solo a potenciar habilidades cognitivas, sino que también favorece en educar la empatía y fortalecer el lenguaje y la creatividad.
La lectura es un proceso importante en el desarrollo de la comunicación de las personas, sin embargo, a veces resulta difícil de incorporar como hábito desde la infancia, sobretodo con la existencia de estímulos como la televisión, aparatos electrónicos y el acceso a contenido audiovisual en internet.
“A pesar de la inserción de las infancias en el mundo de las pantallas y tecnologías, la lectura sigue siendo un vehículo privilegiado para el aprendizaje, el desarrollo del pensamiento, la inteligencia, la integración y pertenencia a una cultura específica”, señala la Jefa de Carrera de Psicopedagogía del IP-CFT Sede Santiago Centro, Carolina Cartes Matus.
Ahora bien, si nos centramos en la situación de niños y adolescentes (NNA) neurodivergentes, con diagnósticos que afectan el neurodesarollo como el Espectro Autista (también conocido como Trastorno del Espectro Autista, TEA) o Atención Divergente (Trastorno por Déficit de atención -TDA- o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad -TDAH-), la lectura resulta una herramienta de mucha ayuda.
“Para niños, niñas y jóvenes neurodivergentes, además de potenciar habilidades cognitivas; abre la posibilidad de educar la empatía; fortalecer el lenguaje, la creatividad y flexibilidad cognitiva”, señala la jefa de carrera de Psicopedagogía del IP-CFT Sede Santiago Centro, Carolina Cartes Matus.
Entre las recomendaciones que indica la profesional de psicopedagogía, la lectura debe ser estimulada “desde que la madre inicia su embarazo. Si las madres, padres y cuidadores tienen hábitos de lectura, es aún mejor, ya que será más fácil desarrollarlos en los hijos, por ende, es muy importante cultivar la lectura a diario”.
Mientras que en el caso de niños, niñas y jóvenes, “es ideal hacerlo desde las primeras semanas de vida, estableciendo contacto directo, siendo la muda o lactancia un buen momento para introducir relatos y cuentos”, agregó Cartes.
¿Qué libros puedo elegir para comenzar a estimular la lectura ?
En primer lugar, es importante contar con una variedad de libros y estos deben diferenciarse en temáticas, formas, colores y texturas, con el fin de que “las infancias y adolescencias puedan elegir e ir desarrollando su apreciación estética”, señala Carolina Cartes.
La psicopedagoga explica que en el caso de los niños y niñas en el primer año de vida, se pueden utilizar los “libros de baño”, de material impermeable, esponjosos y con texturas que permiten un acercamiento con el material de lectura.
Más adelante en el tiempo, en la primera infancia (de los 0 a los 5 años), “se recomiendan los «libros pop up», y para adolescencias los «cómics» y «libros de youtubers», los que han sido un éxito de ventas en nuestro país”, comenta Carolina Cartes.
Dentro de esta calificación, la Jefa de Carrera de Psicopedagogía recomienda los siguientes libros:
- Set al agua pato: Selva (colección el Gato de hojalata).
- Mi libro de texturas (Varios autores. Editorial Shoebox).
- El Monstruo de los Colores (Anna Llenas).
- Wigetta: un viaje mágico.
- Mitos y leyendas del cielo y sus estrellas (Claire Arrowsmith).
Y si bien es significativo que los niños, niñas y jóvenes neurodivergentes ejerciten la lectura, también deben hacerlo sus cuidadores. Según plantea Carolina Cartes, los cuidadores y tutores “deben procurar mantenerse al día en su formación respecto de la neurodivergencia para poder desarrollar todo el potencial y prolongar las metodologías utilizadas por los diferentes terapeutas”.
Frente a estas técnicas, recomienda las siguientes lecturas: “Neurociencias para educadores” de Lucas Raspall o “El poder de la Neurodiversidad” de Amstrong Thomas. Estos textos podrán ayudar a entender mejor sobre neurodiversidades y ver más allá de su diagnostico, su potencial.
Fuente: Simplicity