El académico Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, Víctor Escalona, ha liderado investigaciones sobre este tipo de granjas, una alternativa positiva debido a que si en un metro cuadrado de suelo se plantan cuatro lechugas, en una granja vertical, pueden ser 150. Además, utiliza un 99 por ciento menos de agua y se puede, incluso, instalar en balcones, señalan Mónica Flores y Cristián Hernández, autores también del informe.
Con el crecimiento de la población en las ciudades, han aumentado los departamentos y espacios más pequeños para vivir y, por ejemplo, el tamaño promedio de las viviendas en altura es de 52 metros cuadrados. Esto ha disminuido el espacio en el que se pueden cultivar vegetales u hortalizas, sin embargo, existe una alternativa para estos espacios: los cultivos verticales.
El académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, Víctor Escalona Contreras, autor del artículo “Efecto de diferentes intensidades de luz sobre las características agronómicas y compuestos antioxidantes de microvegetales de brassicaceae en un sistema de cultivo vertical”, explica que estos cultivos son “producir plantas una sobre la otra en sentido vertical”.
“Si yo lo hago de esta manera, tengo que proveer de otras cosas a las plantas, de luz, una base donde las plantas puedan desarrollar sus raíces y un espacio donde puedan desarrollar su parte aérea. ¿Cuál es la ventaja de un producto vertical? es que, si yo lo cultivo en el suelo, en el campo, una lechuga, por ejemplo, puedo cultivar 4 en un metro cuadrado; si uso un sistema vertical con nueve o diez pisos de altura, en ese mismo metro cuadrado, puedo producir 150 lechugas”, explica el académico Víctor Escalona.
En esta misma línea, la doctora en Nutrición y Alimentos, Mónica Flores, asistente de investigación en el Laboratorio de Genómica Funcional y Bioinformática del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos Doctor Fernando Mönckeberg Barros (INTA) de la U. de Chile, añade que “el cultivo vertical puede ser en diferentes formatos, por ejemplo, un tubo vertical con orificios para las plantas, canaletas horizontales en una pared o estructuras en forma de pirámide. Estas no necesariamente dependen de la luz artificial y pueden ser incorporadas a un invernadero, en un jardín o incluso en el balcón de la casa”.
¿Qué se puede cultivar en un cultivo vertical?
Mónica Flores, también autora del artículo “Efecto de diferentes intensidades de luz sobre las características agronómicas y compuestos antioxidantes de microvegetales de brassicaceae en un sistema de cultivo vertical”, asegura que los microgreens son una buena alternativa de cultivo para estos sistemas, ya que, “en palabras simples los microvegetales, microhortalizas o microgreens, son hortalizas en un estadio muy temprano del desarrollo”.
“En cuanto a los beneficios de los microgreens está que presentan mayor cantidad de compuestos bioactivos que las contrapartes adultas del vegetal (hortaliza o especie aromática como albahaca). Estas se pueden usar como ensalada o como complemento, en diferentes platos de comida y aportar diferentes olores, sabores y texturas”, destaca Flores.
El también autor del informe y actualmente investigador en CEBAS-CSIC, en Murcia, España, Cristián Hernández, agrega que “la principal especie cultivada en los cultivos verticales es la lechuga, tanto de hoja verde como morada, pero también puede cultivarse albahaca, tanto de hoja verde como morada (incluso fuera de temporada) u otras especies aromáticas, pero las principales son las hortalizas de hoja como la lechuga, espinaca, acelga, acelga y canónigo”.
“También se pueden cultivar hortalizas de origen asiático como la mizuna y pak choi y hortalizas de frutos como la frutilla. El sistema también permite cultivar especies de alto valor como es el azafrán. Recientemente, la producción de microgreens en sistemas de granja vertical ha ganado relevancia. Estos microvegetales presentan una mayor concentración de fitoquímicos en relación a sus estadios maduros y permiten adornar platos, haciéndolos más gourmet, por la diversidad de colores que pueden obtenerse al utilizar diferentes especies vegetales”, señala.
El doctor en Nutrición y Alimentos sentencia que “el sistema de granja vertical busca ser un sistema más sostenible al ser más eficiente en el uso del agua, utilizando hasta un 99% menos de agua que un sistema convencional. Además, se obtienen rendimientos significativamente mayores en relación a los sistemas de producción convencional, es decir, una mayor cantidad de materia vegetal por m2. El uso de agroquímicos es casi nulo por la hermeticidad y cuidado que requiere el propio sistema, haciéndolo una alternativa sostenible desde este punto de vista”.
Fuente: U. de Chile