Si acostumbras a pasear a tu perro en días soleados, es importante tomar precauciones para proteger su piel de la radiación solar. La veterinaria Melissa Palacios entrega recomendaciones clave para evitar problemas de salud en nuestras mascotas.
Hoy en día, los perros no solo son compañeros en el hogar, sino que también participan en actividades al aire libre como trekking y paseos prolongados. Sin embargo, la exposición al sol puede afectar su bienestar, especialmente en razas de pelo corto o sin pelo. Para ello, el mercado ha desarrollado opciones como la ropa con filtro UV, diseñada para reducir el impacto de la radiación en su piel.
Si bien esta alternativa puede ser muy útil para prevenir quemaduras o lesiones, es fundamental considerar ciertos aspectos antes de comprarla. Melissa Palacios, académica de Medicina Veterinaria de la UST Santiago, explica qué debemos tener en cuenta: “Al elegir ropa con filtro UV para mascotas, es importante verificar su certificación, asegurarse de que sea cómoda y liviana para no limitar sus movimientos y optar por materiales hipoalergénicos que eviten la humedad excesiva. Además, aunque la prenda cumpla con todos estos requisitos, los dueños deben revisar regularmente las zonas con pliegues para prevenir lesiones en la piel”.
La experta destaca que este tipo de ropa es especialmente efectiva para perros de pelo corto o razas sin pelaje, como el crestado chino. No obstante, advierte que la mejor medida de protección sigue siendo evitar la exposición en las horas de mayor radiación.
“Aunque la ropa con filtro UV es una opción útil, lo ideal es no sacar a los perros en los momentos de mayor calor. La piel no es lo único que puede afectarse; los golpes de calor pueden ser graves, por lo que es clave mantenerlos hidratados, evitar superficies calientes y permitirles descansar para evitar el agotamiento excesivo”, señala.
Finalmente, la veterinaria recomienda complementar la protección con el uso de protectores solares diseñados para mascotas, aplicándolos en zonas sensibles como orejas, nariz y abdomen.
Fuente: Simplicity