En el marco del Día Mundial del Sueño, la organización alerta sobre graves efectos en la salud mental, especialmente en población neurodivergente y personas con patologías crónicas.
Santiago, 14 de marzo de 2024 — El Instituto Chileno de Políticas Públicas , en el contexto del Día Mundial del Sueño, hace un llamado urgente al Gobierno de Chile a suspender el cambio de hora previsto para el próximo 5 de abril, medida que busca retornar al horario de invierno (UTC-4). La solicitud se fundamenta en la evidencia científica que demuestra los efectos adversos de estas alteraciones horarias en la salud física y mental de la población, con consecuencias aún más críticas en grupos vulnerables como personas autistas, con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), ansiedad, depresión y otras condiciones crónicas.
“No puede ser que todos los años estemos pidiendo lo mismo y que el gobierno prefería guardar silencio y mantener la medida”. Indica Humberto García presidente de la entidad y agrega; “tal como van las cosas, la comunidad nacional se verá obligada a judicializar esta demanda de terminar con los cambios de hora. No resulta razonable si se considera que en virtud de los antecedentes, basta solo la voluntad para tomar esta decisión y dejar de exponer a las personas.
En los próximos días, junto al Dr. Patricio Mardónez, Presidente de la Red Nacional de salud y otros especialistas en salud, una vez más, haremos llegar una carta pública al presidente, con la esperanza de lograr una acción razonable
Impactos en la salud mental y física
Según se ha documentado ampliamente, el cambio de hora genera alteraciones en el ciclo circadiano, incrementando los riesgos de:
Trastornos del sueño: Dificultad para conciliar el sueño, somnolencia diurna y reducción de la calidad del descanso.
Aumento del estrés y ansiedad: Desregulación emocional vinculada a la adaptación forzada a nuevos horarios.
Mayor incidencia de problemas cardiovasculares y metabólicos: Asociados a la interrupción prolongada de los ritmos biológicos.
Grupos vulnerables en mayor riesgo
La población autista y neurodivergente enfrenta desafíos adicionales debido a su sensibilidad sensorial y necesidad de rutinas estables. La alteración abrupta de horarios puede exacerbar:
Crisis sensoriales o meltdowns por desajustes en patrones de sueño.
Ansiedad y conductas disruptivas ante cambios imprevistos en su estructura diaria.
Asimismo, personas con depresión o trastorno bipolar pueden experimentar agudización de síntomas debido a la desregulación de melatonina, hormona clave en la estabilización del ánimo.
Antecedentes nacionales y alternativas
Chile ya ha experimentado con la eliminación del cambio horario entre 2015 y 2016, manteniendo el horario de verano de forma permanente. Aunque en aquella ocasión la medida se revirtió por argumentos energéticos, el Instituto Chileno de Políticas Públicas subraya que la prioridad debe ser la salud pública, especialmente tras la pandemia, que dejó secuelas profundas en el bienestar mental de la ciudadanía.
Fuente: Karla Hernández + 56 9 9222 4571