- La cripta arzobispal, el patio de los naranjos y los campanarios son parte de la estructura histórica menos conocida del principal templo religioso del país.
Ubicada en pleno corazón de la Región Metropolitana, frente a la Plaza de Armas, la Catedral Metropolitana de Santiago no solo es el principal templo católico del país, sino también un testigo silencioso de la historia social, cultural y política de nuestro país.
Este ícono de la arquitectura chilena se comenzó a construir en 1541, aunque no se convirtió en iglesia parroquial sino hasta 1573. El terremoto de 1647 obligó a reconstruirla casi íntegramente, quedando consagrada como templo estable para el culto divino recién en 1670. Luego de esto, múltiples desastres naturales exigieron su nueva reconstrucción, restauración o traslado, quedando su estampa actual fijada hacia 1780, por obra del arquitecto Joaquín Toesca.
Diario Usach recorrió los rincones de la Catedral. En su paseo por el interior del recinto, destacan el altar mayor, tallado en mármol de Carrara, y los vitrales europeos que bañan de luz el templo durante el día. El templo también alberga la cripta arzobispal, donde descansan varios arzobispos y cardenales, incluyendo al primer cardenal chileno, José María Caro.
También está el escondido patio de Los Naranjos, desde donde salieron las semillas del patio del mismo nombre del Palacio de La Moneda y los majestuosos campanarios desde donde es posible ver el resto de los edificios patrimoniales de nuestra capital.
Llegar a la parte superior de la Catedral se puede realizar solo a través de un tour de la empresa Turistik y muestra la evolución de las campanas, la que han sido parte del templo desde su primera construcción y que, con el paso de los años, solo suenan para fiestas religiosas y un par de veces al año. Según la administración de la iglesia, se necesitan al menos cinco personas para hacer sonar las campanas y su efecto es tan imponente que muchas veces genera desprendimientos en algunas pinturas que adornan el templo.
Cabe recordar que la Catedral de Santiago fue declarada Monumento el 6 de julio de 1951. En años recientes se han efectuado en ella distintas intervenciones. En el año 2005 fueron remodelados el altar mayor y la cripta arzobispal, y luego del terremoto del año 2010, se decidió implementar una restauración completa del templo, iniciada en el año 2014 y finalizada durante el 2015.
En ella, se recuperó la fachada y las piezas ornamentales, se renovó la iluminación, se instalaron miradores en ambas torres y se instalaron reforzamientos en acero y fibra de carbono, con el fin de dar mayor estabilidad al edificio.
Fuente: USACH