Por Jessica Jassir, médico pediatra.
De a poco han comenzado a bajar las temperaturas y en las calles se pueden ver más chalecos,
polerones y -en algunos casos más extremos- gorros de lana, todas señales inequívocas de que nos
acercamos a una época del año en la que, lamentablemente, los virus respiratorios aparecen con
más fuerza, siendo uno de los mayores protagonistas el Virus Respiratorio Sincicial (VRS).
Cuando pensamos en esta patología, solemos asociarla con niños pequeños y recién nacidos. Sin
embargo, hay un grupo de personas que también se ven fuertemente afectadas por esta
enfermedad y muchas veces no lo saben. Estudios recientes han demostrado que este virus no
solo es un problema infantil, sino que también representa una amenaza significativa para la salud
de los adultos mayores. A pesar de su baja percepción de riesgo, el VRS es responsable de entre el
5% al 10% de las infecciones del tracto respiratorio inferior en personas mayores de 65 años en
Latinoamérica 1 , con consecuencias que pueden ser graves e incluso fatales.
La situación resulta aún más delicada tomando en cuenta que, de acuerdo con un reciente estudio
realizado por investigadores estadounidenses 2 3 y publicado en el Journal of the American Medical
Association (JAMA), cerca de uno de cada diez adultos en condiciones de riesgo, como aquellos
mayores de 65 años y con enfermedades crónicas como asma, EPOC e insuficiencia cardíaca
congestiva que contraían este virus terminaban hospitalizados 3 .
Ante este escenario, la vacunación se ha posicionado como una estrategia clave para reducir la
gravedad de la enfermedad en adultos mayores y prevenir hospitalizaciones 4 . Junto con esto, es
fundamental mantener prácticas de higiene adecuadas, como el lavado frecuente de manos, la
desinfección de superficies de contacto, el uso de mascarilla en espacios cerrados y una correcta
ventilación de los ambientes. 5
Con más antelación que en años anteriores, el Ministerio de Salud dio por iniciada su Campaña de
Vacunación e Inmunización 2025, la cual está enfocada en prevenir distintas enfermedades
respiratorias tales como VRS (lactantes y recién nacidos), Influenza y Covid-19 (personal de salud,
personas de 60 años y más, personas con patologías crónicas, personas inmunosuprimidas,
gestantes y cuidadores de personas mayores y funcionarios de ELEAM), Coqueluche (para
embarazadas a partir de la semana 28 de gestación) y neumococo (mayores de 65 años) 6 7 . Con
esta acción, se está entregando una fuerte señal de que hoy resulta más necesario que nunca
tomar conciencia sobre la presencia de este tipo de infecciones en el país y sus consecuencias en
la población.
Chile, al igual que otros países con un envejecimiento acelerado de su población, enfrenta un
desafío importante en materia de salud pública. En 2024, más de tres mil adultos mayores de 60
años fueron diagnosticados con infección respiratoria aguda grave en el país 8 , reflejando la
urgencia de reforzar la conciencia sobre esta enfermedad y sus riesgos. La educación en salud y la
promoción de medidas preventivas son esenciales para evitar que este virus siga cobrando vidas y
generando complicaciones graves en la población de mayor edad. Es momento de cambiar la
percepción sobre el virus respiratorio sincicial y entenderlo como una amenaza seria para los
adultos mayores.
Fuente: EK.