A la hora de hacer el balance de la temporada 2015, la seleccionada nacional de patín carrera, María José Moya, señala que hay un antes y un después de los Juegos Panamericanos de Toronto. En la competencia supo de alegrías, con el oro de su compañero de equipo Emanuelle Silva, pero también sintió desazón al no poder cumplir sus propias expectativas, avalada por un título mundial 2014, y rematar sólo en el tercer lugar de los 200m contrarreloj en Canadá.
Sin embargo, una carrera magistral en la final de los 100m carril del Mundial de Taiwán le devolvió la alegría a la mejor exponente de la disciplina, con un oro que le permitió retomar su sitial de reina de la velocidad absoluta. “Uno como deportista siempre entrena para la medalla de oro y creo que en el minuto de los Juegos Panamericanos la medalla de oro no llevaba mi nombre. Con mi entrenador tuvimos una excelente concentración para Toronto pero como todos dicen, el deporte da revanchas y mi revancha fue en el Mundial con las mismas deportistas, en una prueba de 100m carril donde logré obtener la medalla de oro y ser campeona mundial y además con record del mundo”.
Su buen momento en el deporte también se vio coronado a fines de la temporada pasada cuando se le entregó el Premio Nacional del Deporte, como reconocimiento a su trayectoria y al cetro mundial en la prueba de contrarreloj en el torneo realizado en Argentina el 2014. Sobre el galardón impulsado por el Ministerio del Deporte, la deportista señaló que: “es un premio anhelado y soñado por muchos deportistas, realmente estoy muy feliz y aunque la que lo recibió en ese momento fue mi mamá, porque yo estaba en Alemania, me sentí muy feliz y contenta. Estoy muy agradecida del panel técnico que votó por mí y creo que es un reconocimiento a los cinco años consecutivos que llevo medalleando en los mundiales, cinco años en los que no me he bajado del podio a nivel internacional. Es un premio al esfuerzo y al sacrificio de 21 años dedicada al deporte”.
“Pepa” Moya aclara también cuáles son sus próximos objetivos en el deporte y, principalmente, cuál es su gran anhelo, un elemento directamente relacionado con la ausencia del patín carrera del ciclo olímpico: “uno de mis sueños es clasificar a los Juegos Olímpicos de Invierno. Partí con la primera parte en la construcción de este anhelo, que es probar por tres meses el patinaje sobre hielo. Se lograron muy buenas marcas en tan corto tiempo y tenemos un buen informe final en este proyecto que señala que estamos aptos para continuar con el proceso de preparación camino a los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018 (Corea del Sur)”.
De paso por Chile, la medallista se trasladará a Europa para trabajar la temporada 2016: “a fines de marzo viajo a Alemania, con mi entrenador Francisco Fuentes, para seguir con nuestra preparación para este año que se viene movido, con muchos viajes, porque tenemos una gira europea en abril donde pasamos por Bélgica, Holanda y después otro torneo en Austria y ya en junio volvemos a Chile a los clasificatorios para el Mundial. Si todo sale bien, después de esa fecha volvemos de nuevo a Alemania para prepararnos para el Mundial que sería en septiembre en China”.
La deportista finaliza con un mensaje muy claro para las generaciones que la siguen y que tienen la intención de trascender en el deporte: “la clave es la perseverancia, mucho trabajo y tener muy claro que los sueños se hacen realidad. Yo creo que no por el primer fracaso que uno tenga en la carrera deportiva va a bajar los brazos y va a decir ¡no quiero más! No, hay que intentarlo una y mil veces, esa es la clave además de un buen entrenamiento”.
Fuente: Ministerio del Deporte.